La devoción popular mariana viene asociada a distintos calificativos (de Dogmas, lugares,Protección materna etc) Así: Inmaculada, Pilar, Loreto,Almudena … y una infinidad de nombres. Pero ninguno más corto y simpático que Virgen de la O. Este nombre le viene a María porque las siete estrofas de Vísperas, que preceden a la Navidad, empiezan por “OH”, signo de expectativa y esperanza. Virgen de la O es sinónimo de Virgen de la Esperanza.
La esperanza es una virtud que acompaña al pueblo de Israel a lo largo de toda su historia. El pueblo de Dios tenía clara conciencia de su pecado y de que Dios remediaría su situación. Ahí están los primeros capítulos del Génesis: donde se origina el pecado y la muerte, allí mismo surge la promesa y la esperanza de la redención: “una mujer quebrantará tu cabeza” es la sentencia del Señor a la serpiente .El pueblo de Israel, alentado por las enseñanzas de los Patriarcas y Profetas, fue creciendo en la esperanza de que Dios le libraría de todos sus males y pecados enviándoles un salvador. Pero entre todos los hijos de Israel, la que más intensamente vivió la esperanza y ansió el cumplimiento de las promesas fue María. Así lo proclamamos cuando recitamos la salve: “Vida, dulzura y ESPERANZA nuestra”. Y así, el Vaticano II no duda en proclamarla SIGNO DE ESPERANZA,
Del 17 al 23 de diciembre, resuenan en los Oficios del Adviento estas solemnes antífonas, Estas antífonas expresan por su variedad las diferentes cualidades del Mesías y las diversas necesidades del linaje humano. En cada una se llama al Mesías con un nombre distinto: Sabiduría, Adonai, Oriente etc
En las catedrales y monasterios, la entona cada día un canónigo o un monje distinto. Antiguamente, después del Abad y del Prior las entonaban por su orden: el monje jardinero, el mayordomo, el tesorero, el bibliotecario etc, en atención a la afinidad que creían hallar entre cada uno de esos títulos y sus respectivos cargos.
Las letras iniciales de estas Antífonas, invertidas, forman dos palabras latinas: ERO CRAS, esto es: Estaré mañana. Es como la respuesta divina a la súplica de la Iglesia durante todo el tiempo del Adviento: VENI, ¡ VEN ! . ¡ Ven a rescatarnos, ven a salvarnos, ven, Señor!
Estas son las antífonas :
Día 17 O SAPIENTIA
“Oh Sabiduría que brotaste de los labios del Altísimo, abarcando del uno al otro confín y ordenándolo todo con firmeza y suavidad, ven y muéstranos el camino de la prudencia”.
Día 18 O ADONAI
“Oh Adonai, Jefe de la casa de Israel, que te apareciste a Moisés en la zarza ardiente y en el Sinaí le diste tu ley, ven a librarnos con el poder de tu brazo”
Día 19 O RADIX JESSE,
“ Oh Raìz de Jesé, que te yergues como estandarte para todos los pueblos, ante quien los reyes enmudecen y cuyo auxilio imploran las naciones, ven a salvarnos, no tardes más”.
Día 20 O CLAVIS DAVID
“Oh Llave de David y Cetro de la casa de Israel, que abres y nadie puede cerrar, cierras y nadie puede abrir, ven y libra a los cautivos que viven en tinieblas y en sombra de muerte”.
Día 21 O ORIENS,
“ Oh Oriente, esplendor de la luz eterna y Sol de justicia! Ven, y alumbra a los que están sumidos en tinieblas y sombras de muerte”.
Día 22 O REX GENTIUM,
“ Oh Rey de las naciones y Deseado de los pueblos, Piedra angular de la Iglesia, que haces de dos pueblos uno solo, ven y salva al hombre que formaste del barro de la tierra”.
Día 23 O EMMANUEL
“ Oh Emmanuel, rey y legislador nuestro, esperanza de las naciones y salvador de los pueblos, ven a salvarnos, Señor y Dios nuestro”
Podríamos decir que las Antífonas “O”, encierran en si toda la esencia del Adviento : ESPERANZA