En los Ejercicios Espirituales, me hace notar el padre James sj, no hay indicaciones precisas de los lugares de Tierra Santa.
Cuando se hacen las meditaciones sobre la Vida de Cristo, su Pasión, muerte, Resurrección, y la Ascensión, el «espacio físico y la escena revelada», los componen y contemplan el ejercitante con su imaginación libre, mediante lo que San Ignacio llama «composición de lugar» y «aplicación de los sentidos», que acompañan a la lectura del pasaje evangélico que se va meditando.
Con éste método, San Ignacio de Loyola, nos ha introducido en la Edad moderna.
De la persona importa ella, lo que Dios le va diciendo, mediante la Palabra, a través de su vida, de su intuición, su sensibilidad, su imaginación, su racionalidad. Cosas todas de las que la fe, como experiencia religiosa, no hace abstracción.
El escultor Antonio Oteiza (1), habla de la diferencia que existe entre artista creyente y artista ateo cuando, uno y otro, desean representar lo religioso. El ateo no puede hacer Arte religioso, no lo conseguirá, porque no transmitirá una vivencia de fe, sino solamente un tema.
«Id, anunciad que está resucitado!», es el mandato de Cristo que el escultor vasco plasma con evocadora expresividad en las XIV esculturas de su Vía Lucis, sito en la parroquia de San Esteban de Gorraiz (Pamplona).
Me impresiona la fuerza con que comenta cuatro de estos bronces, en los que Cristo dice con el gesto de la mano: «Id anunciad…!» Me recuerda que Cristo Resucitado, hace eso mismo hoy con nosotros en una Iglesia misionera, itinerante, en salida, gracias al viento huracanado y al fuego que nos hacen familiares del Espíritu Santo, como explica el autor.
La Palabra se hace carne, se cumple, como Presencia real de Jesucristo, hombre y Dios verdadero, no solamente en los Sacramentos, también en la misión. «Yo estoy con vosotros, todos los días, hasta el fin del mundo.» (2)
Cristo resucitado nos envía por delante a anunciar el Reino. Esta vez, Valery y yo, lo hemos anunciado y encontrado en la reciente misión, dos a dos, por tierras del Báltico.
En nuestros días el Espíritu Santo, que sopla donde y cuando quiere, ha inspirado esta modalidad itinerante a Kiko y Carmen – Iniciadores del Camino Neocatecumenal -.
Ha sido una experiencia, en la que hemos visto cómo actúa Dios con nosotros. Es una gracia enorme poder anunciar, especialmente a los más pobres y pecadores, como nosotros, que la cruz es gloriosa; que Dios te ama en tus pecados, porque:
«A Cristo, que no conoció pecado, Dios lo hizo pecado por nosotros, para que viniésemos a ser justicia de Dios en Él.» (3).
Por el poder de Cristo vivo y glorioso, los demonios nos están sometidos, los muros son abatidos, las mentiras del mundo son desenmascaradas, la desesperanza se esfuma, nuestros nombres se escriben en los cielos.
Lo estamos viviendo con las Familias ad Gentes en Letonia, como mensajeros del Evangelio, que llevamos a todas partes con el Anuncio del Kerygma.
La paz del Señor Jesús viene con nosotros, y se queda con aquellos que nos reciben y nos escuchan.
Juan Ignacio Echegaray
(1) https://youtu.be/CN59UMF6R2U.
(2) Mt 28, 20b.
(3) Cfr. 2 Cor 5, 21.