Un secreto para avanzar sin errar es acudir a quien puede orientarnos en el camino espiritual porque conoce el discernimiento de espíritus, y sabe distinguir lo que proviene de nuestra naturaleza y lo que proviene de Dios.
Si se desea avanzar hacia la cumbre del Monte del Señor, es más necesario que nunca el discernimiento. El relativismo moral, la autorreferencialidad y el subjetivismo pueden orientar hacia metas falsas.
Dios se ha comprometido a ser nuestro mejor compañero, pero Él mismo se ha valido de los profetas para dirigir a su pueblo.
No te defiendas de los buenos, como lo hicieron los contemporáneos de Jesús, tildándolo de endemoniado para librarse de sus enseñanzas. Ni sigas el consejo de los que justifican su conducta errada.
¿Te sientes autosuficiente en tu camino espiritual? ¿Contrastas tu conciencia con alguien que te pueda ayudar? En Adviento, la Iglesia nos ofrece el testimonio de quienes nos conducen hacia Belén, lugar del nacimiento de Jesús. Pero hace falta que en ti surja el deseo de encontrarlo.
Ángel Moreno.