Las Obras Misionales Pontificias recaudan fondos para sostener a los aspirantes a sacerdotes que se forman en las misiones
El trabajo del sacerdote se multiplica por tres en las misiones
Ni la pobreza ni la falta de libertad religiosa o estabilidad políticahan sido un obstáculo para que continentes como Asia o África se hayan convertido en los últimos años en semilleros de vocaciones. Aunque en Asia este crecimiento se ha estancado, África es la zona del mundo donde más ha aumentado el número de aspirantes a sacerdotes (1,5%). Las Obras Misionales Pontificias (OMP) de España estiman que en la actualidad un tercio de las vocaciones al sacerdocio se encuentran en estos territorios de misión en los que a pesar de vivir el 40,58% de la población mundial, solo el 7,03% son católicos.
El florecimiento de las vocaciones nativas, como se denomina a los sacerdotes y religiosos originarios de los países de misión, es consecuencia de la gran labor misionera de la Iglesia, sobre todo la española, que no ha perdido de vista que «una comunidad cristianalocal no puede convertirse plenamente en Iglesia sin un clero autóctono que dé valor a la riqueza de las tradiciones locales y prediquen elEvangelio en el ámbito de su misma cultura», explica el director de las OMP de España, el padre Anastasio Gil, como motivo de la presentación de la campaña que este año se celebra conjuntamente con la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones y que lleva por lema: «Qué bueno caminar contigo».
La vitalidad de la Iglesia en territorios de misión es palpable. Un sacerdote en territorio de misión atiende de media a casi el triple de personas que la media de los sacerdotes de la Iglesia Universal. Gran parte del sostenimiento de estas vocaciones está a cargo de la Obra Pontificia de San Pedro Apóstol, encargada de la Jornada de las Vocaciones Nativas, que se celebra este domingo 26 de abril y que tiene por objetivo concienciar sobre la necesidad de ayudar material y espiritualmente a estos territorios.
España aportó 1,7 millones de euros
En 2014, esta organización ayudó a 72.764 aspirantes a sacerdotes, lo que representa un tercio de los seminaristas del mundo, y a más de 6.620 novicios. España aportó el 8,25% de los fondos que distribuyó esta obra el año pasado, que fueron 20,7 millones de dólares.
La idea de contribuir al crecimiento del número de seminaristas y novicios autóctonos en los territorios de Misión en Asia, África, América y Oceanía surgió en 1889 por iniciativa de dos mujeres, Estefanía y Juana Bigard, madre e hija. Después de leer una carta del obispo francés de Nagasaki, en la que contaba que los cristianos japoneses, portemor a la persecución, tenían miedo a acercarse a los misioneros extranjeros, decidieron movilizar a la Iglesia para implicarla en elsostenimiento de las vocaciones en los territorios de misión.
Ellas estaban convencidas de que si los sacerdotes eran naturales de su mismo país favorecería el crecimiento de las comunidades cristianas. El Papa Pío XI asumió esta iniciativa privada como suya y en 1992 le dió carácter de «pontificia». Desde entonces, las Obras Misionales Pontificias, a través de la Obra de San Pedro Apóstol, apoya esta labor. La OMP estima que con 350 euros se puede financiar un año de estudio a un futuro sacerdote en los territorios de misión, y con2.000, los ocho años que dura su formación.