“Dios tiene mucho humor”
Verdaderamente estos jóvenes de la parroquia de San José de Madrid hacen las cosas con primor. Hace algunos meses representaron la quinta entrega del musical Tradición —adaptación de la obra El Violinista sobre el tejado— y posteriormente se atrevieron con la tercera edición de un sui generis “Club de la Comedia”. Ambas representaciones fueron un clamoroso éxito, lo que les ha permitido sufragarse el viaje a la JMJ de Río de Janeiro.
¿Y qué es lo que tienen de especial estos eventos? Independientemente de que la finalidad ha sido recaudar dinero para este encuentro con el Papa, además ocurre algo poco usual: la persona que asiste a esta obra (musical o monólogo) se siente querida. Sí, como lo leen, parece una tontería lo que digo, pero es así. Estos jóvenes han cuidado hasta el último detalle, y quienes acuden a cualquiera de estas representaciones así lo perciben. De momento, reciben al personal con una alfombra roja, después photocall —si lo deseas, una foto inmortalizará tu paso por el evento—y no falta la copita de vino, la pastita y el regalo de despedida (en el musical) o los aperitivos y refrescos en mesa con mantel blanco —¡y vela! — (en el monólogo), mientras en el escenario se interpreta la vida misma.
La Pastoral Juvenil de la parroquia de San José de Madrid tiene ya doce años de vida, pero será a partir de los preparativos del Encuentro de Sidney (JMJ 2008) cuando dicha pastoral juvenil organice una serie de actividades lúdicas con el fin de sufragar los gastos relacionados con el viaje de los jóvenes a las distintas Jornadas Mundiales de la Juventud. Este “Club de la Comedia” al que asistió Buenanueva ha sido la última representación antes de la JMJ de Río; y sobre toda esta experiencia hemos hablado con Javier Olías (28 años), Miguel Ángel Olías (27 años), Eduardo Amador (20 años), Pepe Gutiérrez (23 años) y Manuel Lara (21 años), protagonistas de este “Club de la Comedia” tan particular.
¿Se puede evangelizar a través de un monólogo?
Miguel Ángel: Se puede evangelizar a través de cualquier quehacer de la vida, tanto de ocio como de trabajo. Y tengo comprobado con mi historia personal, que Dios tiene mucho sentido del humor. Podría contar muchísimas anécdotas en este sentido…
Pepe: Los catequistas siempre nos han dicho: “Si hacéis las cosas con amor, están bien hechas”. Pongo un ejemplo, cuando hemos representado el musical Tradición, antes de empezar nos reuníamos todos y como motivación, nos decíamos: “Vamos a demostrar que haciendo las cosas con amor, y haciéndolas bien, se evangeliza”. Porque todo esto lo hacemos como servicio a la Iglesia, dando gratis lo que hemos recibido gratis. Este es uno de nuestros eslóganes; en el musical no hemos cobrado entrada. Nos hemos fiado de la buena voluntad de la gente que ha acudido a verlo y tengo que decir que, en cinco representaciones han venido dos mil personas, y se ha recaudado bastante…
Una de las experiencias que más me ha impresionado ha sido la de una familia a la que invité personalmente —doy clase de música a sus hijos—, la cual, después de ver el musical —sin ser ellos cristianos ni dar yo más explicaciones—, me escribió diciendo que la fuerza con la que tantos jóvenes se movían a favor de la Iglesia, les había fortalecido como familia. En el musical se habla de una familia hebrea a la que los rusos oprimen… No hay cristianos, pero da igual, la cosa es hacerlo bien, porque lo hacemos por amor y gratis.
Vosotros, Javier y Ángel, sois hermanos, y ahora vais a imitar a Les Luthiers…
Javier: Sí, nosotros somos los teloneros (risas). Estos sketches que hoy vamos a hacer, los representamos en casa desde hace muchísimos años… Hemos crecido con Les Luthiers. Tengo que decir que yo hago teatro en una compañía amateur que se llama Barbieri, y que la dirige Enrique Jardiel. No es una compañía profesional; se autofinancia con las recaudaciones y los actores no cobramos nada, trabajamos por amor al arte, pero estoy aprendiendo muchísimo. Cada nueva obra es un aprendizaje nuevo. No hay miedo escénico.
Miguel Ángel: Nosotros aprendimos a hablar con Les Luthiers. Realmente subimos al escenario y nos convertimos en argentinos (risas). Javier y yo tenemos tablas, hemos estado también hace unos años cantando en un grupo a capela; en el escenario hay cierta complicidad entre nosotros… Hay miedo hasta el momento de subir la escalera del escenario, después ya no.
¿Casan bien el humor y el ser cristiano?
Pepe: Perfectamente. Yo siempre le he sacado la puntillita de humor a todo. En el fondo, el humor lo que hace es dar felicidad. Y si la gente sale feliz de aquí, después de haber estado escuchando durante hora y media en un entorno cristiano cosas que nos pasan cotidianamente hasta subir la escalera del escenario —sin tener que hablar de tetas y demás partes nobles—, pues estupendo. Eso es lo que pretende este “Club de la Comedia”.
¿Por qué habéis ido a la JMJ de Río de Janeiro?
Eduardo: Porque pienso que peregrinar es una manera de abrir el corazón; allí he recibido una Palabra de parte de Dios que me ayuda en mi vida diaria. Esto ya lo experimenté en la primera peregrinación a la que fui, en Amsterdam, previa a la de Colonia; en esa ocasión fui porque mis padres decidieron que era bueno para mí —no porque yo quisiera ir— y viví una experiencia religiosa muy fuerte. El Señor habla cuando te pones en camino, y el peregrinar, alejándome de todo ese “ruido” de la vida cotidiana, facilita que el Señor me toque el corazón. Es un momento de mi vida importante de cara a la carrera, a la vocación personal.
Manuel: Hace dos años viví la JMJ de Madrid muy intensamente como voluntario. Nosotros éramos los que acogíamos a la gente, y ese espíritu de servicio, de obediencia, de trabajo… hizo que me metiera de lleno en la JMJ y que disfrutara mucho más de todo el Encuentro. Pude escuchar más atentamente que en otras JMJ a las que he ido (Roma o Colonia). En en esas ocasiones lo viví como un viaje con amigos; la JMJ de Madrid fue diferente… Por eso ahora he ido a Brasil pensando en dar testimonio, porque los jóvenes cristianos también nos tenemos que manifestarnos como tales. No solo mueve a la gente los espectáculos, los conciertos, el fútbol, también los jóvenes somos capaces de movilizarnos y sacar dinero para encontrarnos con el Papa y escuchar lo que nos tenga que decir.
¿Qué os parece el Papa Francisco?
Javier: Muy cercano. Es un ejemplo de servicio a la Iglesia. De hecho, es el Papa que más fenómenos mediáticos está moviendo, más que Benedicto XVI o Juan Pablo II (que ya era el Papa de las masas). El Papa Francisco está dando ejemplo día tras día de lo que significa ser cristiano. No tiene pelos en la lengua, y dice las verdades tanto a cristianos de a pie como a presbíteros, monjas, obispos…
Miguel Ángel: Yo creo que el Espíritu santo ha suscitado este Papa porque es bueno para la Iglesia y para el mundo. No creo que vaya a renovar la Iglesia en el sentido que piensa la gente de fuera de la Iglesia. No. Yo creo que este Papa lo que está haciendo es acercar la Iglesia al mundo, sin cambiar la Iglesia, simplemente mostrándola desde otra perspectiva. Y lo que nos ha dicho es que hay que ir a buscar al que se ha alejado de la Iglesia, esto me parece fundamental. Y esta JMJ ha obra muchísimo sentido por el lugar, Brasil, un país emergente que está creciendo rápido y que tiene mucha espiritualidad. Cuando salió elegido, pensé: “Bueno, argentino y jesuita… ¡a ver qué tal!”. Y lo que estoy leyendo de él —las homilías, las catequesis sobre los artículos del Credo— me están pareciendo espectacular; está siguiendo la línea de este Año de la fe, que comenzó Benedicto XVI. Creo que este Papa ha entrado con fuerza y lo único que puede hacer es bien a la Iglesia.
Pepe: Las JMJ que he vivido han sido las de Colonia y la de Madrid, con Benedicto XVI, y esta de Brasil, con Francisco. Esta JMJ ha sido el reflejo de ver la Iglesia desde la humildad. Ahora que el bombardeo a la Iglesia es tan grande, en vez de responder siendo “duros”, colocándonos en nuestras convicciones, hay que actuar al revés: haciéndonos humildes para recibir los golpes. Yo creo que esto es lo que más aprecia el mundo, que el cristiano pueda poner la otra mejilla; que acepte los golpes. Las imágenes más impactantes de la JMJ de Madrid fueron las que reflejaban los ataques que recibieron los cristianos en la Puerta del Sol: grupos de jóvenes de rodillas rezando, mientras quemaban sus banderas en su cara, y ellos seguían de rodillas rezando. Yo creo que eso es lo que más impacta, y es el reflejo de lo que está siendo el Papa Francisco.
¿Habéis tenido ocasión de hablar con jóvenes no creyentes o alejados de la Iglesia, sobre este nuevo Papa?
Eduardo: Sí. La gente de fuera de la Iglesia se hace preguntas sobre él. No te puedo dar una razón concreta, pero el Papa Francisco llama la atención. No sé si es porque esperan un cambio y están expectantes…; pero sí es verdad que hay gente no católica ni cristiana a la que este Papa le ha causado buena impresión. Incluso diría que hay gente que sin ser católica se está haciendo papista.
Yo sé que hay personas que a raíz de escuchar al Papa Francisco, se están acercando de nuevo a la Iglesia…
Miguel Ángel: En relación con la JMJ de Brasil, ha estado en la línea del resto de los anteriores encuentros mundiales. Quien convoca es Cristo y da igual el Papa que esté presidiendo el Encuentro. Es más, recuerdo las palabras que dijo Juan Pablo II en Toronto cuando anunciaba la JMJ siguiente; en vez de decir, como había dicho hasta entonces, que él —Juan Pablo II— nos iba a esperar en Colonia, lo que dijo fue: “Cristo os espera en Colonia”. Porque estaba muy enfermo, estaba muy mayor… Quien convoca es Cristo y da igual quién sea el sucesor de Pedro: La JMJ es un Encuentro Mundial de Jóvenes con Cristo.
Eduardo, Manuel y los demás: Estamos de acuerdo. Apoyamos la moción (risas).
Victoria Luque
Periodista