En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío: «En verdad os digo que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.
Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora el reino de los cielos sufre violencia y los violentos lo arrebatan. Los Profetas y la Ley han profetizado hasta que vino Juan; él es Elías, el que tenía que venir, con tal que queráis admitirlo.
El que tenga oídos, que oiga» (San Mateo 11, 11-15).
COMENTARIO
Dice Jesús que, desde el anuncio predicación de Juan Bautista, el Reino de los cielos sufre violencia y que los violentos se hacen con él. Parecen palabras difíciles, pero lo que nos está dando a entender es que no se puede acoger la gracia del Evangelio sin un combate contra ti mismo para vencer lo que San Pablo llama hombre viejo. También el que se enfrasca en una devoción tras otra, sin ser malas corre el peligro de servirse de ellas con el fin de ponerse de perfil ante el Evangelio. Hay palabras de Jesús que son como son, sin necesidad de llamar a un experto para que te las interprete. Por ejemplo “el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará” (Mc 8,35). Es verdad, hay que hacerse no poca violencia para hacer nuestras palabras de Jesús como éstas.