Como cada año, el primer viernes de marzo, decenas de miles de madrileños hicieron cola durante horas para besar la imagen del Cristo
Madrid siempre sorprende: cómo explicar a un turista que, el primer viernes de marzo, cientos de miles de personas hacen cola frente a laIglesia del Jesús de Medinaceli para besar los pies del Cristo, en una tradición centenaria. Este año, el tiempo ha sido más clemente, pero otras veces, han caído heladas y hasta chuzos de punta, sin que se mueva ni un alma de su sitio en la fila que, ordenadamente, espera el momento de entrar en el templo.
Tampoco falta nunca a su cita la Casa Real. Todos los años envía a alguno de sus miembros a cumplir con la tradición. Esta vez, se espera que sea la Infanta Elena la que reciba las ovaciones de los madrileños a su llegada a la basílica.
Durante toda la semana, ya ha habido personas durmiendo allí para ser los primeros en cumplir con «su» Cristo. La escultura de Jesús Nazareno es de 1640, y la custodia la Orden de los Capuchinos.
De quienes esperan, la mayoría mujeres, se escucha de todo: algunas esperan para pedir, sobre todo salud y trabajo. Otras para dar: gracias por alguna dádiva recibida. Y otras simplemente se mueven por la fe, y van confiadas en lo que el cielo quiera mandarles.