Raúl Espinoza Aguilera
Un hecho bastante común es que algunas personas se sientan en su vida como transitando dentro de una vía rígida e inflexible en la que les resulta difícil realizar cambios de fondo de índole personal, familiar, dentro de su trabajo profesional o en su entorno social (1).
Se requiere hacer un valiente examen para fijar objetivos personales y enfocarlos como retos o desafíos con la finalidad de lanzarse con decisión y coraje para mejorar la calidad de vida. El punto de partida que presenta esta autora es no tener miedo a los cambios. Con el paso de los años, es frecuente la conducta de algunos individuos que ante cualquier pequeña modificación en su actuar laboral, la perciban como una decisión riesgosa porque se padece de una acentuada inseguridad.
Otro consejo que brinda Helen Yoon, como experta en “Coaching” (Asesoría y Capacitación), es no tener miedo a equivocarse. Porque de antemano sabemos que las personas están dotadas de inteligencia y voluntad y tienen la capacidad de rectificar en sus yerros y encausarse de nuevo por el camino correcto.
Muchas veces en la existencia humana hay que enfrentarse con barreras y obstáculos -pequeños o grandes-, pero ejerciendo una firme determinación se pueden alcanzar los objetivos planeados. Por ello la escritora pregunta al lector: ¿Eres infeliz con la situación en la que te encuentras? ¿Te sientes atrapado y sin salida? ¿Anhelas un sueño y dudas en realizar un cambio? Entonces –afirma la autora- se debe estar listo para romper las propias barreras y atreverse a vivir la vida que realmente se quiere.
Habitualmente todas las personas tienen ideales nobles en la vida. Pero la diferencia se encuentra en que unas deciden posponerlos o nunca realizarlos, y otras en cambio, ponen todo su esfuerzo y empeño hasta lograr conseguirlos. A lo largo de la historia, muchas brillantes personalidades que sobresalieron en su tiempo destacaron porque fueron perseverantes y constantes en la consecución de sus metas, como por ejemplo: Winston Churchill, Douglas MacArthur, Dwight D. Eisenhower, Bill Gates, Steve Jobs…
Otras veces ocurre que algunas personas se infravaloran y no tiene fe en sí mismas. Piensan que cualquier reto que se planteen consideran difícil de alcanzarlo, o bien, se encuentran anclados en experiencias negativas del pasado y eso les produce una especie de parálisis que les impide actuar.
Y a continuación, la autora va ofreciendo consejos prácticos y presentando estimulantes anécdotas tomadas de la vida real que constituyeron el detonador del cambio profundo en numerosas personas.
Es importante no perder de vista que los retos y desafíos deben de ser parte constitutiva en todo actuar humano. Se impone la necesidad de aprender a enfrentarlos de modo asertivo y considerar que nunca es demasiado tarde para hacerlo. Del mismo modo, las adversidades no tienen por qué crear la sensación de fracaso y que eso sea el pretexto para comenzar a ceder en lo pequeño y terminar por rendirse. Todo lo contrario, ante los obstáculos hay que crecerse y vencerlos con fortaleza y determinación. Concluye que las personas no son producto o víctimas de su entorno o de las circunstancias sino que éstas constituyen la oportunidad para influir en la propia actitud para luego decidirse a transformar el ambiente, de tal manera que se termine amando y apreciando la vida que cada uno se ha ido forjando a través de su esfuerzo cotidiano.
(1) Yoon, Helen, Atrévete a Cambiar, Editorial Panorama, México, 2015. 197 páginas.