Celebramos la Anunciación el 25 de Marzo por ser 9 meses antes de la Navidad, cuando celebramos el nacimiento del Señor.
María Santísima un 25 de marzo le dijo a Bernardita en Lourdes: “Yo soy la Inmaculada Concepción”.
El día de la Anunciación el Verbo se hizo carne; La Segunda Persona de la Trinidad asumió la naturaleza humana y comenzó a vivir en el vientre de María Santísima.
Recordamos la anunciación:
Rezando el Angelus, al mediodía. Rezando el primer misterio gozoso del Rosario Celebrando el día del niño por nacer.
Gracias al «sí» de Cristo y de María, Dios pudo asumir un rostro de hombre. Benedicto XVI, 25 marzo 2007