En aquel tiempo, dijo el Señor: «Suponed que un criado vuestro trabaja como labrador o como pastor; cuando vuelve del campo, ¿quién de vosotros le dice: «En seguida, ven y ponte a la mesa»? ¿No le diréis: «Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú»? ¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid: «Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer»» (San Lucas 17, 7-10).
COMENTARIO
Muy fuertes nos parecen estas palabras que Jesús nos dirige hoy: “Sois siervos inútiles, habéis hecho lo que teníais que hacer”. Hay muchas obras que el hombre puede hacer por sí mismo, y así vemos cómo el mundo avanza, las ciencias nos posibilitan una vida mejor, etc., mas no está en manos del hombre hacer por sí mismo la obra de Dios. Hemos de entender, pues, estas palabras de Jesús en el contexto de la parábola de la vid y los sarmientos (Jn 15,1…). “Separados de mí no podéis hacer nada”. El que hace las obras de Dios sabe muy bien de quién le viene el poder de hacerlas, de Él mismo. Si un día se olvidara de ello llegaría saber lo inútil que es.