Texto profético:
“Abrahán tomó la leña para el holocausto, se la cargó a su hijo Isaac” (Gén 22, 6).
Texto Evangélico:
Tomaron a Jesús, 17 y, cargando él mismo con la cruz, salió al sitio llamado «de la Calavera» (que en hebreo se dice Gólgota) (Jn 19, 16-17).
Texto patrístico:
“Estemos dispuestos a todo por causa del Verbo; imitemos su Pasión con nuestros padecimientos, honremos su sangre con nuestra sangre, subamos decididamente a su cruz” (San Gregorio Nanciaceno).
texto místico:
“Pues tornando a lo que decía, gran fundamento es (…) el comenzar con determinación de llevar camino de cruz desde el principio y no los desear, pues el mismo Señor mostró ese camino de perfección diciendo: Toma tu cruz y sígueme” (Santa Teresa de Jesús, Vida 15, 13).
Consideración:
Jesús, ¿por qué tienes que cargar con la Cruz? ¿No hay otra forma menos dolorosa para demostrarnos el amor que nos tienes?
“Nadie tiene amor más grande que el que da su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos”. “El quiera ser discípulo mío que tome su cruz y me siga”.
Y comprendo que en vez de pronunciarnos un discurso compasivo, ante nuestro dolor te haces Tú mismo nuestro sufrimiento. En tu Cruz va la nuestra.
Ángel Moreno.