Después de una seria investigación científica realizada por decenas de especialistas con los sofisticados medios que hoy pone la tecnología en nuestras manos, se ha llegado a la conclusión de que la Sábana Santa conservada en Turín es la que envolvió el cuerpo de Cristo durante su breve permanencia en el sepulcro. ¿A quién si no pertenece este cuerpo que fue coronado de espinas, azotado cruelmente, golpeado en la nariz, crucificado con clavos, no le quebraron las piernas, le abrieron el costado con una lanza, fue amortajado con lino, sin que este lino sufriera la descomposición del cadáver, y finalmente, enterrado de modo provisional durante unas horas?
En 1988, se difundió en la prensa, con gran satisfacción de los enemigos de la Iglesia, que tal lienzo era otro fraude eclesiástico. Esta calumnia se basó en las pruebas de datación a que se sometió a la Síndone y que vino a establecer que su antigüedad se remontaba nada más que al siglo XIV, como atestiguaba la prueba del carbono 14, también llamado radiocarbono, que es un isótopo radiactivo del carbono.
Sin embargo, el doctor Willard Frank Libby (1908-1980), al que se le concedió el premio Nóbel de 1960 por la invención de este método de datación, en base a la cantidad de carbono 14 que queda en el objeto cuya edad se quiere establecer, ya había anunciado que los resultados de este método no podían aplicarse a la Sábana Santa, pues conocía los grandes errores que se podrían producir en la medición, dadas las vicisitudes por las que había pasado el referido paño a lo largo de la historia, como por ejemplo tres incendios, de los que se la pudo sacar casi milagrosamente.
exactitud con la Pasión de Cristo
Los datos que se aportan en este artículo y que se ofrecen a continuación, están tomados del libro “La Sábana Santa de Turín es auténtica” cuyo autor es el P. Ángel Peña Benito, O.A.R. Entre las conclusiones a que llegaron los especialistas aludidos al principio, se pueden citar las siguientes, sin ánimo de ser exhaustivos:
El director del Centro de microscopía electrónica del hospital de San Andrés de Vercelli, doctor D. Héctor Morano, al comparar la Sabana Santa con tejidos egipcios de hace dos mil años, con el microscopio electrónico, vio que su antigüedad es similar.
En 1993, los investigadores del Simposio científico de Roma aseguraron que el crucificado que había estado envuelto en ese lienzo era Jesús, porque los signos que quedaron impresos en él se corresponden exactamente con los que narran los Evangelios de la pasión.
Estudios durante más de 150.000 horas realizados por científicos norteamericanos del grupo STURP, llegaron siempre a la conclusión de su autenticidad. Estos estudios consistieron en más de 5.000 fotografías con rayos infrarrojos y ultravioleta, con ampliación computarizada; en análisis multiespectrales, análisis matemáticos de la imagen, pruebas de absorción atómica con espectroscopio, espectrofotometría visible y con infrarrojos, estudios de física radioactiva, cromatografía, fluorescencia, estudios con rayos X… Por todo ello, la conclusión unánime es que es auténtica, y que un posible falsificador debería haber conocido todas las disciplinas científicas antedichas y otras más, cosa imposible en el siglo XIV.
El doctor John Heller, una de las principales autoridades del mundo en bioquímica y consejero de la Presidencia de Estados Unidos, publicó en 1983 un libro titulado Report on the shroud (Informe sobre la Sábana Santa) donde afirma estar convencido de su autenticidad, después de haber hecho personalmente más de mil experimentos químicos para determinar la naturaleza de la imagen y de las manchas de sangre, así como de la textura del lino y de las manchas de agua (del incendio de Chambery), de pigmentos orgánicos e inorgánicos, etcétera.
fidelidad a las costumbres de la época de Jesús
En 1979 el padre Francis Filas descubrió sobre el ojo derecho del crucificado una moneda. El experto en numismática Mario Moroni la identificó como dilepton lituus, acuñada por Poncio Pilato el año 29 d.C. posteriormente, en 1996, los doctores Baima Bollone y Balossino encontraron también en el ojo izquierdo huellas de otra moneda, un lepton simpulum, acuñada también por Pilato en esa misma época.
El canadiense Jean Philippe Fontanille hizo sus investigaciones y descubrió que efectivamente había dos monedas en ambos ojos y que habían sido acuñadas por Pilato, según él, hacia el año 30 de nuestra Era. Los investigadores esposos Whanger observaron las monedas con fotografías ampliadas. La del ojo izquierdo parecía coincidir con la moneda de Pilatos llamada julia (en honor del emperador Tiberio), algo diferente del leptón del ojo derecho, llegando a comprobar que eran monedas acuñadas en el año 16 del emperador Tiberio, es decir, hacia el 29 ó 30 después de Cristo. De esta manera, estaríamos de nuevo comprobando que se trata de Jesús de Nazaret, a quien colocaron monedas que circulaban en el momento de su muerte, como era costumbre tal como se ha encontrado en otros lugares.
Tras exhaustivos estudios, el científico Max Frei encontró polen de plantas exclusivas de Palestina, desaparecidas después del siglo I, y que se encuentran en estratos sedimentarios de Palestina del siglo I. Por esto, Frei pudo decir sin temor en el Congreso internacional de 1978: “Para mí es indiscutible que la Sábana Santa estuvo en Palestina”.
El palinólogo israelí Uri Baruch analizó la mayor parte de las muestras recogidas por Frei de la Sábana Santa, en las que de 165 granos de polen, 45 correspondían a la planta gundelia tournefortii, una planta que solo florece en Palestina desde febrero hasta mayo, lo que nos da una idea del período en que fue sepultado el hombre de la síndone.
Otro botánico israelí, el doctor Avinoam Danin, encontró polen de la planta zygophyllum dumosum boiss, que, según Danin, en el único lugar del mundo en que crece es en un entorno de unos pocos kilómetros alrededor de Jerusalén y Jericó, en Palestina. Por eso, pudo atestiguar en el III Congreso internacional de sindonología celebrado entre el 5 y el 8 de junio de 1998: “Mi investigación demuestra que, cuando se comparan los tipos de plantas que aparecen en la síndone con el mapa de las mismas plantas en la naturaleza, se ve que el 70% de esas especies se encuentran en un radio de 10 kilómetros, cuyo centro se halla en la zona de Jerusalén a Jericó. Por tanto, confirmo, sin ningún tipo de dudas, que la tela fue expuesta en Israel en la época de Jesús de Nazaret, ya que las plantas y flores depositadas sobre la sábana solo crecen en el desierto del Sinaí, en Jericó y en Jerusalén.
Además, estas plantas solo producen polen en primavera, lo cual coincide con la época en que, según la tradición católica, fue crucificado y enterrado el que los cristianos consideran el Cristo. Pero, sobre todo, he identificado en la síndone hasta 28 especies de plantas, entre ellas la “zhigophillum dumosum”, que solo existe en los alrededores de Jerusalén” . Esto mismo confirmaron los esposos Whanger.
ninguna hechura de mano humana
Otra prueba, realmente curiosa, es la fotográfica. En efecto, en 1898, el abogado turinés Secondo Pia, fotógrafo aficionado, pudo fotografiar la Sábana Santa. El 28 de mayo realizó las dos primeras fotografías. Una con exposición de 14 minutos y la otra con 20 minutos. Cuando vio la placa de los 20 minutos, Secondo Pia quedó paralizado por la emoción. La imagen en negativo aparecía como positivo, con extraordinaria claridad y detalle. Ante este descubrimiento asombroso, el Papa Pío XI encargó a la Academia de Ciencias de París que hiciera una investigación. La conclusión fue: “El lienzo que hoy se conserva en Turín es el mismo que cubrió el cadáver de Jesús de Nazaret”.
Además, el fotógrafo Enrie fotografió la sábana en 1931 y dijo: “Estoy seguro que las huellas de la sábana no están hechas por mano de hombre, porque en este tejido de cuatro metros cuadrados de superficie no se advierte el más pequeño error de imagen negativa. No ha existido en el mundo ningún pintor en condiciones de hacer una cosa semejante. Todas las ampliaciones demuestran que el tejido está intacto, que debajo de la sangre no existe diseño ni cabe la menor sospecha de que haya en él hechura alguna de mano humana”.
Por todo esto, los sindonólogos y expertos, reunidos en el Congreso internacional de París al año siguiente, en setiembre de 1989, afirmaron sin lugar a dudas que la Sábana Santa no era una falsificación. María Claire van Oosterwyck-Gastuche afirmó: “Ningún arqueólogo serio acepta como un dato de fe los resultados del carbono 14, especialmente si contradice otras dataciones”. En sucesivos Congresos internacionales, especialmente del año 2000 en Turín, los sindonólogos de todo el mundo han descartado científicamente que la Síndone fuese una falsificación.
Se podrían dar muchos más datos aportados por los científicos que se han interesado por la Sábana Santa y exponer variadas reflexiones y preguntas sin respuesta, a no ser que se admita que este sagrado paño cubrió el cuerpo de Jesucristo y dejó huellas de su resurrección: ¿Por qué se grabó su imagen en negativo, siglos antes de inventarse la fotografía?
¿Por qué es el único lienzo del mundo con la imagen en negativo de la totalidad de un cuerpo humano?
¿Por qué es la única fotografía humana con imágenes tridimensionales perfectas?
¿Por qué el cadáver cubierto con el lienzo emitió en un instante una energía capaz de chamuscar e imprimir la imagen de modo tridimensional?
¿Por qué se imprimieron en los ojos del crucificado de la síndone las dos monedas romanas?
¿Por qué se ha encontrado polen de plantas que sólo existieron en la zona de Jerusalén hace dos mil años y ya han desaparecido?
¿Por qué las manchas de sangre se imprimieron de forma distinta que las huellas del cuerpo?
¿Por qué permanecieron las huellas de la imagen y no se destruyó después del baño total de agua hirviendo y de un fuego de más de 900 grados, que hasta derritió la plata de la urna, en el incendio de Chambery en 1532?
¿Por qué la imagen está grabada de modo uniforme cuando lo lógico hubiera sido que las huellas del dorso hubieran estado más marcadas por estar en mayor contacto con el cuerpo?
¿Por qué no se destrozaron las manchas de sangre al salir el crucificado del lienzo?
¿Por qué al salir el cuerpo del lienzo no alteró la posición de la Sábana Santa?
¿Por qué el lienzo no tiene ninguna señal de descomposición del cadáver?
¿Por qué nunca se ha conseguido que un cadáver produzca huellas parecidas en
miles de experimentos con todos los medios de la ciencia actual?
¿Por qué todo coincide con el entierro provisional de Jesús?
¿Por qué todas las huellas de la síndone coinciden exactamente con la pasión de
Jesús?