El cardenal y presidente de la Conferencia Episcopal augura continuidad en la «línea de renovación de la Iglesia» que se inició en el Concilio Vaticano II
El cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, ha destacado este jueves en Roma el hecho de que el Papa Francisco sea el primero que procede de la América de habla hispana, donde hace más de cinco siglos «la Iglesia de España llevó el Evangelio».
Rouco, que formó parte en el Cónclave que elegió ayer a Jorge Mario Bergoglio como «pastor de todos los pastores» de la Iglesia universal, aseguró que en una comparecencia ante los periodistas en el Centro Montserrat de Roma que su relación con España es «muy profunda»por su condición de jesuita y que ha dirigido ejercicios espirituales en nuestro país para laicos y religiosos, incluidos los obispos españoles en el año 2006. El propio Rouco dijo haber asistido cinco días.
«Estoy contento porque tenemos Papa y porque tenemos este Papa», enfatizó. Rouco lo calificó como «un hermano», «muy sencillo» y «muy amable», del «estilo de vivir el ministerio episcopal tras el Concilio Vaticano II», algo en lo que, en su opinión, «se parece bastante aBenedicto XVI». «Tiene una gran autenticidad personal», señaló.
Según explicó, la elección del nombre Francisco es «significativa» y «tiene que ver con su historia de joven universitario que termina su carrera de Química, que se hace sacerdote y muy pronto se hace jesuita». Recordó la importancia de San Francisco de Asís en la conversión del fundador de la Compañía de Jesús, San Ignacio de Loyola, que cuando tenía su pierna maltrecha tras el asalto a Pamplona leyó sobre la figura de Francisco y se preguntó por qué no podía ser como él, «desprendiéndose de todo para seguir al Señor».
A su juicio, este nombre tiene que ver mucho con «la línea de renovación de la Iglesia que se inició en el Concilio Vaticano II» y que ha continuado con los «grandes papas» que lo siguieron, el último hasta ahora Benedicto XVI, que relacionó con «decir sí a Cristo y al Evangelio por encima de cualquier cosa».
En este sentido, apuntó que en los años del ministerio del nuevo Papa va a estar marcada por «esa forma de ahondar más en la evangelización, en la forma de transmitirla y de impregnarla de hondura personal y espiritual, de autenticidad, del sí de la fe y del sí de la vida». Por tanto, indicó, el Año de la Fe recibe así «un impulso espiritual hondo».
En cuanto a la sorpresa por la elección de Jorge Mario Bergoglio, que apenas entraba en las quinielas publicadas, aseguró que «quizás los medios de comunicación se autoengañan y eso tiene mal remedio». «Proyectar categorías de análisis político, sociológicos y culturales, simplemente humanos, en un acontecimiento como éste en la vida de la Iglesia, no es ponerse en el sitio justo para encontrar la perspectiva» y «se falla».
Rouco Varela dijo haber vivido el Cónclave en un ambiente de «mucha oración», de «responsabilidad por un momento decisivo en la historia de la Iglesia», con la particularidad de que el anterior Papa había renunciado y no fallecido, con «alegría y muy fraternalmente».
Sobre la posibilidad de invitar a España al nuevo Papa, Rouco respondió en un tono distendido: «Hay que dejarle respirar, bastante le ha caído, desde el punto de vista humano…».