Como todos los años, el Papa Francisco, acompañado de todos los miembros de la Curia, como parte de la Cuaresma, ha iniciado un retiro espiritual, que durará cinco días. Por primera vez, este retiro se llevará a cabo fuera de los muros del Vaticano, en la casa Divino Sacerdote en Ariccia al sur de Roma. El padre Giulio Michelini, – un teólogo franciscano, responsable del retiro de este año -, presentará dos meditaciones diarias, dedicadas este año a «La pasión, muerte y resurrección de Jesús» en el Evangelio de Mateo.
Antes de partir hacia Ariccia, con motivo de la oración del Ángelus, el Papa ha emitido una serie de recomendaciones a la gran multitud de fieles y peregrinos reunidos en San Pedro de Roma.
“Sería bueno, ha dicho el Papa, que todos también se preocuparan de su Biblia como lo hacen con su teléfono móvil.”
«¿Qué pasaría si tratáramos la Biblia como tratamos a nuestro teléfono móvil? ¿Si lleváramos con nosotros siempre, al menos un Evangelio de bolsillo? ¿Si volviéramos atrás cada vez que la olvidamos? ¿Si la abriéramos, al menos, tan a menudo como leemos nuestros mensajes?
El Papa recordó a la multitud:
«Nos gustaría vivir una vida llena de frutos en el Espíritu, aceptando y amando a nuestros hermanos, especialmente a los más débiles y necesitados, y también a nuestros enemigos.»
Juan Ignacio Echegaray