El cardenal Osoro abre la Puerta del Perdón del monasterio de Santo Toribio junto al cardenal Blázquez y varios obispos. El Papa envió un mensaje animando a que «este tiempo de renovación» jubilar fortalezca «el compromiso de crear un mundo mejor»
Más de 3.000 personas asistieron este domingo a la apertura de la Puerta del Perdón del monasterio de Santo Toribio de Liébana, en la apertura, once años después, de un Año Jubilar que se prolongará hasta el 22 de abril de 2018. Lleva por lema «Señor, tu cruz, es mi gloria».
«Peregrinos, la Puerta del Perdón se nos abre, caminemos a contemplar el amor de Dios expresado en el santo leño de la Cruz de Cristo», dijo el arzobispo de Madrid, el cántabro Carlos Osoro, antes de dar los tres golpes con el tradicional martillo a la entrada del monasterio.
También se leyó la bula del Papa Julio II, quien en 1512 concedió el Jubileo al monasterio de Santo Toribio, además de un mensaje del Papa Francisco, al que dio lectura el obispo de Santander, monseñor Manuel Sánchez Monja, animando a vivir este «tiempo de renovación» siempre «con fe y en el compromiso de crear un mundo de amor y justicia mientras se peregrina a la Casa del Padre».
Tras el cardenal Osoro, traspasaron la Puerta del Perdón diversas autoridades religiosas y civiles, entre ellas el presidente del gobierno cántabro, Miguel Ángel Revilla, y el ministro de Fomento y exalcalde de Santander, Íñigo de la Serna.
La Misa estuvo presidida por la reliquia de la Santa Cruz, que contiene el trozo de la Cruz de Cristo más grande que se conserva, y concluyó con la adoración del Lignum Crucis.
En su homilía, Carlos Osoro resaltó que el mensaje del Año Santo debe pasar «por comprender que Jesucristo dio su vida por amor a los hombres y con ese arma es capaz de reconciliar al que más lo necesita, especialmente, en esos lugares de la tierra amenazados por conflictos y enfrentamientos». «Solo el amor que uno debe profesar a los demás permitirá mitigar este difícil momento histórico», dijo.
Con Osoro concelebraron el cardenal Ricardo Blázquez, presidente de la Conferencia Episcopal Española, y los arzobispos de Oviedo (Jesús Sanz) y Zaragoza, Vicente Jiménez, anterior obispo de Santander. Estuvieron también los obispos de Astorga, Juan Antonio Menéndez; Palencia, Manuel Herrero; y León, Julián López.
Simultáneamente, la apertura del Año Lebaniego fue acompañada por el repicar de las campanas de todas las iglesias de da Diócesis de Santander.
Además de los actos el monasterio de Liébana, el Año Santo servirá también para impulsar el Camino Lebaniego, que continúa después hasta Santiago.
Junto a los actos religiosos, el Gobierno de Cantabria ha programado alrededor de un millar de actos culturales, comenzando por el concierto de Jean-Michel Jarre el 29 de abril. El músico francés, un devoto del monasterio de Santo Toribio, agotó en apenas 6 horas las 5.000 entradas a la venta.