(RV).- Tras regresar de su Viaje Apostólico a Egipto, el domingo 30 de abril el Papa Francisco se unió a la celebración de los 150 años de vida de la Acción Católica de Italia, cuyos miembros procedentes de varias diócesis nacionales se dieron cita con el Obispo de Roma en la Plaza de San Pedro. Allí mismo, a la hora del rezo del Regina Coeli, el Santo Padre dirigió unas profundas palabras al pueblo venezolano manifestando su gran preocupación ante la dramática situación de violencia que padece el país.
«Mientras me uno al dolor de las familias de las víctimas, a quienes aseguro oraciones de sufragio, dirijo un sentido llamamiento al Gobierno y a todos los miembros de la sociedad venezolana para que se evite cualquier ulterior forma de violencia y se busquen soluciones negociadas a la grave crisis humanitaria, social, política y económica que está extenuando la población», expresó el Pontífice encomendando la intención de Paz por esta nación a la Virgen María.
Antes de rezar a la Madre de Dios, el Sucesor de Pedro compartió su alegría por la beatificación de Leopoldina Naudet, fundadora de las Hermanas de la Sagrada Familia y que tuvo lugar el sábado 29 de abril. Asimismo, Francisco saludó a los miles de peregrinos presentes y llegados de tantas partes del mundo, de modo especial a todos los miembros de la Acción Católica, animándolos a ir hacia adelante en su labor pastoral, y a los integrantes de la Universidad Católica del Sagrado Corazón, que también celebraron su jornada y que trabajan en la formación de los jóvenes para mejorar el mundo.
Finalmente, el Santo Padre agradeció de modo particular por su viaje apostólico a Egipto, al pueblo, las autoridades y a los fieles cristianos y musulmanes que lo recibieron. «Pido al Señor que bendiga y conceda la Paz a este país», concluyó Francisco.