Hay muchos tipos de «amor», pero sólo uno es verdadero. Con gran energía, el Papa Francisco afirmó que «¡El amor cristiano no es el de las telenovelas!», centrado en sentimentalismos y egoísmos. Sobre todo para un cristiano, amar bien es esencial.
El Papa explicó que «el amor cristiano tiene siempre una característica: es concreto. Cuando Jesús habla del amor, nos habla de cosas concretas: dar de comer a los hambrientos, visitar a los enfermos, y tantas cosas concretas».
Así es el amor sacrificado de las madres y los padres. Por el contrario, según el Papa, «cuando no se va a lo concreto, se puede vivir un cristianismo de ilusiones, porque no se entiende bien dónde está el centro del mensaje de Jesús».
En su breve homilía de la misa de las siete de la mañana en la Casa Santa Marta, el Papa invitó a no dejar endurecer el corazón, y a medir la validez del propio amor según los dos indicadores de un «amor concreto».
El primero, según el Papa, es «amar con obras y no con palabras; las palabras se las lleva el viento». El segundo es que «en el amor es más importante dar que recibir. El que ama da cosas: da la vida, se da a sí mismo a Dios y a los demás. En cambio, quien no ama es egoísta, intenta siempre recibir cosas y conseguir ventajas».