El Comité Permanente de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), emitió un comunicado al término de su reunión realizada entre el 24 y 27 de septiembre, en el que pide al Gobierno «políticas fiscales que tutelen la institución familiar y respeten la libertad de educación».
Según explicó el Secretario General de la CEI, Mons. Mariano Crociata, los obispos están preocupados por las dificultades económicas, la corrupción y la crisis política que redunda especialmente en la familia.
En declaraciones a Radio Vaticana, el Prelado dijo que la familia está llevando el peso de la crisis y por ello la Iglesia la apoya a través de Caritas. Indicó que lo contrario ocurre desde fuerzas políticas y culturales que buscan debilitarla con las llamadas parejas de hecho, una situación que quisiera extenderse también a las uniones homosexuales.
«Ante la pérdida general de valores, la Iglesia responde con la fe y con la caridad», expresó Mons. Crociata, al recordar que la misión de la Iglesia «es estar presente con una catequesis que contribuya y participe en la formación y en la educación de los personas adultas, enseñando a crecer en la fe también a las nuevas generaciones».
El Prelado también señaló que «la preocupación de los Pastores, más que la disminución numérica de los sacerdotes, se refiere a los criterios que, en la mentalidad corriente en la sociedad, guían a un joven a construir su propia identidad».
«La condición primera para una auténtica vocación es la fe cultivada en la relación con Cristo: de ahí nace el elemento unificador de la identidad teológica de la vida espiritual del sacerdote», afirmó.