El consejo de Obama para el desarrollo está plagado de defensores del aborto
Los nombramientos efectuados por el presidente Obama el mes pasado para el Global Development Council (Consejo para el Desarrollo Mundial) indican su intención de priorizar el aborto sobre cuestiones de salud necesarias para salvar vidas.
Mediante un decreto presidencial, Obama creó hace un año el Consejo Presidencial para el Desarrollo Mundial, que comprende hasta doce expertos de sectores privados, sin fines de lucro, académicos y filantrópicos. Administrado por Usaid, asesorará al Presidente y a altos funcionarios administrativos sobre todo aspecto de la política estadounidense vinculado al desarrollo mundial.
En diciembre, se anunciaron nueve designaciones. La mayoría de los encargados están relacionados con organizaciones que promueven los derechos reproductivos y la política de control demográfico.
Para encabezar el Consejo, se nombró al dr. Mohamed A. El-Erian, Director Ejecutivo de Pimco, empresa mundial de inversiones. Eminente economista, El-Erian prestó servicios como miembro directivo del International Center for Research on Women (ICRW- Centro internacional para la investigación sobre la mujer), que promueve el acceso legal e irrestricto al aborto. La Fundación Pimco proporciona ayuda económica a agrupaciones que promueven los derechos sexuales y reproductivos en los países en desarrollo.
La dra. Sarah Degnan Kambou, otra de las personas designadas para el Consejo, preside la ICRW y es considerada experta en salud sexual y reproductiva. La labor de la dra. Kambou en Care incluyó un proyecto en India y Vietnam que intentó equiparar el género con la sexualidad eliminando normas culturales y basadas en valores.
William K. Reilly fue administrador de la Agencia de Protección Ambiental y expresidente del World WildLife Fund, acaudalada agrupación que promueve la planificación familiar para la conservación de los recursos naturales. Presta servicio en el directorio de la Fundación Packard, conocida por destinar millones a programas de control demográfico, a la capacitación sobre aborto en África y a la comercialización de mifepristona (RU486).
Otros dos nombramientos están estrechamente vinculados al Instituto Aspen (que respalda programas de planificación familiar para remediar la pobreza): el dr. James M. Manyika, miembro del consejo de administración del Instituto, y Smita Singh, ex directora fundacional del Programa de salud y desarrollo mundial de la mencionada entidad.
También se designó a Sylvia Matthews Burewell, presidente de la Fundación Walmart y expresidente del programa de desarrollo mundial de la Fundación Bill y Melinda Gates. Esta fundación apoya en gran medida a agrupaciones relacionadas con el aborto. Melinda Gates consiguió compromisos por 4600 millones de dólares el verano pasado en la Cumbre de planificación familiar celebrada en Londres.
Esther Duflo, profesora de paliación de la pobreza y economía de desarrollo en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), es fundadora y directora del Abdul Latif Jameel Poverty Action Lab. Este laboratorio para la acción contra la pobreza colabora con agrupaciones que trabajan en países en desarrollo para conseguir derechos y salud sexual y reproductiva.
Richard Blum (esposo de la senadora Diane Feinstein, y director y presidente de Blum Capital) también fue incorporado al Consejo. La Senadora es fiel defensora de los derechos de aborto y cuenta con un extenso registro de votación antivida.
Un estudio reciente sobre la salud mundial que evalúa las muertes relacionadas con enfermedades reveló que 1,4 millones de personas (principalmente, niños) murieron en 2010 a causa de la diarrea, comparadas con 37100 muertes relacionadas con el aborto. No obstante, fundaciones bien financiadas, individuos acaudalados y países ricos orientan inexorablemente el debate mundial sobre salud pública hacia la disminución de la fertilidad en mujeres pobres de países en desarrollo y hacia la promoción del aborto donde se encuentra limitado.
El financiamiento de programas de salud reproductiva y planificación familiar en el extranjero se incrementó en un 40 % durante la presidencia de Obama. El presupuesto de Usaid destinado a ellos en 2013 es de 530 millones de dólares. Esto representa más que los presupuestos para la tuberculosis, las amenazas a la salud pública, la gripe pandémica, los niños en situación de vulnerabilidad y la nutrición combinados.
Traducido por Luciana María Palazzo de Castellano