En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-«Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario, no tenéis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no mandes tocar la trompeta ante ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles para ser honrados por la gente; en verdad os digo que ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea los hombres. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa.
Tú, en cambio, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará
Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas que desfiguran sus rostros para hacer ver a los hombres que ayunan. En verdad os digo que ya han recibido su paga.
Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no los hombres, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará». (Mateo 6, 1-6- 16-18)
En nuestra Archidiócesis de Madrid hoy recordamos la Consagración de la Catedral de Nuestra Señora de la Almudena, hecha el 15 de junio del año 1993 por San Juan Pablo II.
Hay un video en youtube (1) que nos ayuda a revivir éste acontecimiento. En él encontramos: El recorrido de san Juan Pablo II por las calles de Madrid hasta el Palacio Real, la entrevista con los Reyes de España Don Juan Carlos y Doña Sofía, la Homilía del Santo Padre, el Rito de Consagración del Altar Mayor, y la Consagración a la Virgen de la Almudena.
Se oye en la Homilía algo muy actual y el mandato misionero:
Querer reducir la vida de la Iglesia a lo privado, cuando la Iglesia está llamada precisamente a emprender una nueva evangelización que la lleve a estar presente en todos los ámbitos de la vida personal y asociativa: la familia, la escuela, la política. Concluyendo: ¡Salid pues a la calle!
No ha caído en oídos sordos esta invitación. Madrid está en misión por las calles, los colegios y las escuelas, la universidad, y en las plazas. De igual modo conoce una Nueva Evangelización, la medicina propuesta por el Papa Santo que diagnosticó la apostasía de Europa.
Para prueba un botón: las comunidades en misión del Camino, las iniciativas parroquiales para predicar a Cristo en el barrio. ¿Y la política? Estamos en plena campaña electoral y ¿no hay espacio para la defensa de la Vida? Tenemos al Cardenal Cañizares en Valencia puesto contra las cuerdas, por defender la Vida.
Se ha creado en las redes sociales un frente atento al recorte de las libertades cívicas, entre ellas la libertad de expresar públicamente la fe, que se ha visto con frecuencia cuestionada por el capricho, hoy de este, mañana de aquel. En política se puede ser agnóstico, ateo, liberal, pero no católico.
Virgen, Madre, Señora mantén vivo nuestro amor. Haz que ningún obstáculo pueda desviarnos del camino de la salvación,
Madre Manantial de Misericordia, Regazo del perdón, Abrazo de esperanza, Puerta de la gloria.
Que ningún obstáculo pueda desviarnos del camino de la Salvación.
Madre Manantial de Misericordia, Regazo del perdón, Abrazo de esperanza, Puerta de la gloria.
Llena con tu presencia maternal el corazón de los que sufren, abre nuestros corazones a la Alegría del Espíritu.
Excelsa Patrona de Madrid, te lo pedimos por Jesucristo Nuestros Señor. Amén.
El Evangelio propio de la Consagración de una Iglesia es:
Jn 2, 13-22.
Destruid este templo y en tres días lo levantaré. (v. 19).
Cuarenta y seis años tardaron en construir este templo, ¿y tú vas a levantarlo en tres días? (v. 20).
Pero el templo al que Jesús se refería era su propio Cuerpo. (v. 21).
Por eso, cuando RESUCITÓ, sus discípulos se acordaron de lo que había dicho y creyeron en la Escritura y en las palabras de Jesús. (v. 22).
Estamos saliendo a la calle anunciándolo: Cristo ha resucitado. Dios te ama en tus pecados. Él te ama y se ha entregado a la muerte por ti. Esto es el meollo del Anuncio.
Las Familias ad Gentes del Camino Neocatecumenal en Riga, llevamos haciendo esto desde hace más de un año, con nieve o calor, con nuestros hijos jugando y bailando alrededor, por las calles y plazas, todos los domingos.
¿De dónde viene nuestra alegría? De ver que es cierto, que el Cristo que anunciamos como vencedor de la muerte en nuestras vidas, porque somos testigos de que está Vivo, nos acompaña. Después de un año, otros llevan más, hemos entregado esta Palabra de Salvación, con ocasión de una denuncia, al entero cuerpo de la Policía de Riga.
Ad majorem Dei Gloriam.