Luis-Fernando Valdés
El presidente Trump ha aumentado en sus discursos medidas en contra de los imigrantes indocumentados, como si todos ellos fueran gente peligrosa. ¿Cómo defender la dignidad de los imigrantes?
- La actual retórica contra los imigrantes en EUA. Recientemente Donald Trump equiparó las acciones para deportar a inmigrantes en situación irregular con una operación militar. Su intención es expulsar a unos 11 millones de extranjeros que residen de modo ilegal en Estados Unidos. (Milenio, 23 feb. 2017)
Aunque según un sondeo reciente realizado por el Instituto de Investigación de Religión Pública de la E.U.A. “muy pocos estadounidenses, e incluso algunos republicanos, dicen apoyar la expulsión de cerca de 11 millones de personas”, pero hay una minoría de “supremacía blanca” que alienta con la deportación masiva.
Andrew Anglin, fundador de The Daily Stormer, escribió que todos los imigrantes eran criminales; y ante la necesidad de personal gubernamental para ejecutar las explusiones exhortó a sus lectores solicitar esos puestos, sólo “si creen que los mexicanos son lo más bajo de la sociedad”. (Vanguardia MX, 23 feb. 2017)
- El “desamparo institucional” de los migrantes. Las personas que se ven forzadas a dejar sus naciones para buscar en otro país oportunidades laborales y de una vida mejor cae en una especie de “vacío” institucional.
En efecto, sus naciones de origen no les pueden dar la atención ni los recursos para que se queden ahí y, para las países receptores, los inmigrantes suelen ser vistos como problemas: de oportunidades laborales, de seguridad, de vivienda, etc.
Por eso, un gran número de migrantes queda sin la tutela de su propia nación y sin ser acobijados por el país donde residirán. Y en este “vacío” de garantías legales, estas personas suelen quedar en manos de extorsionadores, de narcotraficantes o de explotadores laborales… y últimamente de personas racistas.
- Una voz internacional por los imigrantes. Ante ese “desamparo institucional”, en el que los imigrantes “ni son de aquí ni son de allá”, hacen falta foros internacionales que se ocupen de ellos. Y una de esas voces valida para los imigrantes es la voz del papa Francisco.
En el marco del VI Foro internacional sobre “Migración y paz”, el pontífice pronunció un discurso para defender a los imigrantes de la “la demagogia populista”, demagogia que alimenta el temor por los que llegan de otros países. (ACI, 21 feb. 2017)
El papa enfatizó que los extranjeros son personas, es decir, que son seres humanos iguales que los locales y con la misma dignidad. Explicó que aceptar a los imigrantes es admitir su condición de personas.
Por eso, el papa Francisco también criticó el rechazo que se hace contra los imigrantes y que consiste en considerarlos “súbditos a los cuales dominar”. Detalló que al considerar súbdito al otro le negamos la condición de persona y lo calificamos como “algo” que es inferior a nosotros; pero también el Pontífice se refirió a las obligaciones de quien emigra: el emigrante debe saber aceptar y convivir con la cultura del lugar a donde llega.
Es importante que diversas voces de peso internacional hablen continuamente sobre la defensa del imigrante y de las responsabilidades hacia ellos. El mensaje del papa Francisco se dirige a los países involucrados en el tema, para que los imigrantes no queden en un vacío juridico, al país receptor le insiste en que toda persona tiene derecho a emigrar, y al país de origen le recuerda que cada emigrante también debería gozar primero del derecho a quedarse en su patria.