(RV).- “Que María, la Madre de Guadalupe, siga visitándolos, siga caminando por estas tierras, México no se entiende sin Ella, siga ayudándolos a ser misioneros y testigos de misericordia y reconciliación”, lo dijo el Papa Francisco en sus saludos finales al concluir su 12° Viaje Apostólico a México.
En su despedida y después de haber agradecido a las autoridades y a todos aquellos que hicieron posible este Viaje, el Santo Padre recordó que los jóvenes son la riqueza más grande de este país, “son profetas del mañana, son signo de un nuevo amanecer”. Refiriéndose a la devoción y servicio del pueblo mexicano el Obispo de Roma dijo que “la noche nos puede parecer enorme y muy oscura, pero en estos días he podido constatar que en este pueblo existen muchas luces que anuncian esperanza; he podido ver en muchos de sus testimonios, en sus rostros, la presencia de Dios que sigue caminando en esta tierra guiándolos y sosteniendo la esperanza; muchos hombres y mujeres, con su esfuerzo de cada día, hacen posible que esta sociedad mexicana no se quede a oscuras”.