Estoy preparando para imprenta uno de los libros que más me han apasionado en toda mi vida: “Masonería y satanismo, hoy”. Me ha impresionado comprobar que muchos sacerdotes y algunos obispos católicos no creen en Satán y he decidido profundizar en el problema.
He encontrado algunos sucesos increíbles y los he comprobado a fondo. He tenido relación profunda con los primeros exorcistas del mundo. Recientemente, en 1990, la Santa Sede ha decidido cambiar el ritual romano del exorcismo, que se usaba en los tres últimos siglos. Los grandes exorcistas que conozco elevaron a Roma una durísima protesta contra el nuevo ritual, que calificaron como farsa. Era entonces papa Juan Pablo II y ese ritual no es el único error que alguien inspiró a ese santo pontífice en sus últimos años. La protesta de los exorcistas fue tan dura y enérgica que el papa autorizó que se siguiera usando el ritual anterior y casi nadie usa el más reciente. El principal impulsor para poder utilizar el antiguo fue el cardenal Ratzinger que es el papa actual.
Un escritor francés que estudió a fondo el origen del Mal, Baudelaire, fue quien primero pronunció en el siglo XIX una frase famosa: El principal objetivo de Satanás es convencernos de que no existe. A mi personalmente me pronunció esta frase el Almirante Carrero Blanco en vísperas de su muerte.
Cuando alguien denunció al papa Juan Pablo II que algunos obispos no creían en Satanás, el papa replicó indignado: “Esos obispos no son católicos si se dan cuenta de lo que dicen”.
El Antiguo y el Nuevo Testamento ofrecen muestras definitivas de la existencia de Satán. Jesucristo combatió personalmente contra el demonio como se refleja en numerosas citas del Evangelio. El primer libro de la Biblia, el Génesis, une misteriosamente la caída de Satán y de sus ángeles negros y el pecado de nuestros primeros padres que les valió la muerte y la expulsión del Paraíso Terrenal. Para mí el texto más convincente sobre la caída de los ángeles es el Apocalipsis de san Juan y el mejor tratado que conozco sobre la existencia y actuación de Satán es, junto a la Biblia, el Catecismo de la Iglesia Católica publicado en Roma hace pocos años. He oído muchas veces que Satán esta profundamente interesado en que la humanidad no reconozca su existencia, que es un clarísimo dogma de fe.
En este libro que está a punto de ser enviado a la imprenta analizo a fondo la realidad de Satán y su forma de actuar entre los hombres. El Maligno se atrevió a tentar al propio Jesucristo, Hijo de Dios, al principio de su vida pública y cuando estaba clavado en la Cruz a punto de morir. La existencia de Satán desde el principio de los tiempos es un hecho clave de nuestra fe.
Con este libro, de aparición inmediata, contribuyo al combate permanente entre Satán y la Humanidad.