Una vez, yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaría y Galilea. Cuando iba a entrar en una ciudad, vinieron a su encuentro diez leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían: “Jesús, maestro, ten compasión de nosotros”. Al verlos, les dijo: “Id a presentaros a los sacerdotes”. Y sucedió que, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se postró a los pies de Jesús, rostro en tierra, dándole gracias. Este era un samaritano. Jesús tomó la palabra y dijo: “¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?”. Y le dijo: “Levántate, vete; tu fe te ha salvado” (San Lucas 17, 26-37).
COMENTARIO
Los judíos y los samaritanos eran enemigos acérrimos, hasta el punto de ignorarse entre sí. El hecho de que Jesucristo no rehusara la curación de “ese extranjero”, pone de manifiesto que no hay límites cuando se trata de hacer el bien. Todos somos hermanos, pues toda persona es hija de Dios.
Por otra parte, la actitud de los nueve que no volvieron a agradecer su curación, indica la forma de actuar de la mayor parte de las personas: una vez recibido el beneficio, pronto se olvida y deja de dársele importancia. En definitiva, no se siente la necesidad de tener que agradecérselo a nadie.
El hecho de que sea el samaritano el único agradecido no es casual. Jesucristo pone de manifiesto esta particularidad y la resalta. Con ello, muestra que no tiene sentido esa enemistad “heredada”. Cada persona en particular puede ser mejor que yo, tener mejores sentimientos y, ante Dios, mejor proceder. Es decir que, si ella hubiese vivido en mis circunstancias, habría sacado más provecho de ellas que yo. Y si yo hubiera vivido en las suyas, todavía habría sido peor persona de lo que ha sido él. Esto, solo Dios lo sabe, y yo, únicamente, deberé no considerarme mejor que nadie.
Con la última frase del Evangelio Jesucristo recompensa con la Vida Eterna al publicano.