Para vislumbrar cómo el espíritu de las bienaventuranzas resplandece velando en la Pasión de Cristo, recordemos en especial sus declaraciones y actitudes en Getsemani: Vuelve tu espada a su sitio. (Mt 26, 52).
Ante el Sumo sacerdote
«Al que te pega en la mejilla derecha, ofrécele también la otra… Jesús responde con mansedumbre: «Si he hablado mal, dí lo que está mal, pero si he hablado bien, por qué me pegas?». (Jn 18, 23;1 P 2,23.)
Ante Pilato
«Si mi Reino fuese de aquí, mi gente habría combatido para que no fuese entregado a los judíos; pero mi Reino no es de aquí.» (Jn 18, 36b).
En la Cruz
«Amad a vuestros enemigos… «Al que te obliga a llevar carga por una milla, vete con él dos, Jesús sube al Golgotha obligado a cargar la cruz. (Mt 5, 41); «No resistáis al mal, actitud, que en el caso del Expolio, le llevará hasta la desnudez. (Mt 5, 1-12. 38-48).
Al que te pida el manto, dale también la túnica (Mt 5,20). Esta palabra propuesta por Jesús a sus discípulos en el sermón de la montaña ha sido puesta en práctica ad literam por él mismo en su Pasión.
*La Santa Túnica, tejida de una sola pieza, de color granate casi negro como de sangre coagulada, ha sido venerada en Argenteuil (Francia) durante 1200 años, la última vez el Año extraordinario de la Misericordia (2016).
Tomaron también la túnica, que no tenía costura: estaba tejida de una pieza de arriba abajo. Por eso se dijeron: «Mejor no romperla; echemos a suertes, a ver a quién le toca.» Para que se cumpliera la Escritura: Se han repartido mis vestidos, han echado a suertes mi túnica. Y esto es lo que hicieron los soldados (Jn 19, 23-34).
Este pasaje de la Pasión, «aclara cuestiones de profunda humanidad: la vergüenza, el pudor, el perdón, la misericordia. Dios cubre la desnudez del otro con un velo, vistiéndola, no la juzga, ni la calla.»
«La túnica sin costura de Cristo, nos ha envuelto de probidad y de lino blanco» (2).
Por Él quiso Dios reconciliar consigo todos los seres: los del cielo y los de la tierra, haciendo la paz por la sangre de su cruz. (Col 1,20).
*El Titulus Crucis, conservado en la Basílica de la Santa Cruz de Roma.
«No escribas ‘El rey de los judíos’, [Yešwa ha-Naziri Meleh ha-yehudim] sino ‘Este ha dicho: Yo soy el rey de los judíos'». Pilato respondió: «Lo que he escrito, escrito está» (Jn 19, 19-22). (3).
Se veneran otros testimonios materiales de la sobrenatural mansedumbre de Cristo frente al sufrimiento y a las injusticias: los Clavos, una punta de lanza, la Scala santa, un fragmento de la columna de la flagelación en la Basílica de Santa Práxedes (Roma), y muchas reliquias de la Veracruz.
(2) https://mobile.twitter.com/saintetunique/photo
Anne Lécu,
https://fr.aleteia.org/2017/04/15/la-symbolique-du-vetement-dans-la-bible/