Queridos padres de familia.
Hace un año y medio publiqué este mensaje en mi blog de Buena Nueva:
http://buenanueva.es/los-obispos-de-canada-contra-la-vacuna-vph/
Hoy, la decisión de los gobiernos se hace cada vez más favorable a la vacunación contra el VPH. Si no haces preceder la búsqueda en Google de los términos “efectos secundarios”… los portales sobre la vacunación te dan la impresión de que todo va viento en popa, al estar ocupados únicamente por opiniones o decisiones favorables a su uso.
Sin embargo, este video muestra que la cuestión de la nocividad no está aún zanjada:
Esta publicación en Valencia, informa sobre el estado de la cuestión:
https://elpais.com/ccaa/2017/02/23/valencia/1487874758_206765.html
Esta sentencia confirma que, en todo caso, no existe la inmunidad frente a las responsabilidades sociales:
La sala de lo contencioso administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Asturias ha condenado a la Consejería de Salud al pago de 137.813,34 euros a la familia de la niña de 13 años, vecina del barrio del Cerillero de Gijón, que falleció en septiembre de 2012 a consecuencia de la administración de la vacuna contra el virus del papiloma humano.
http://www.lne.es/asturias/2017/02/22/condena-morir-menor-reaviva-polemica/2061462.html.
Me sigo posicionando con los obispos del Canadá. No estamos únicamente frente a un problema de salud sexual, sino ante una responsabilidad educativa de los padres que salvaguarda la dignidad de nuestros hijos, – que son hijos de Dios -; que los prepara a ser dueños de sus cuerpos, – que son templo del Espíritu Santo -; que les prepara a estar atentos en sus relaciones, y a “vacunarlos” contra un criterio de fondo divulgado por las autoridades educativas según el cual nuestros hijos “tendrán sexo en promiscuidad” antes o después, lo cual es una falsa profecía.
Juan Ignacio Echegaray