Es costumbre social y de buena educación desearnos la mayor ventura al inicio de un nuevo año. Aunque parezcan palabras estereotipadas y fórmulas un tanto manidas, quién no pronuncia ante los amigos y ante cualquier persona conocida: “¡Feliz Año Nuevo!”
En la mirada al horizonte del tiempo venidero, cabe adelantar posibles nuevas que nos ofrezcan los meses futuros. En este sentido se buscan efemérides, aniversarios, razones que acompañen los mejores anhelos. En este sentido, no es indiferente que comencemos el año con la mirada puesta en la Virgen María, la Madre de Dios, en el centenario de sus apariciones a los tres pastorcillos en Fátima.
Pero me atrevo a hacer una exégesis esperanzadora por la numeración del Año Nuevo, desde el significado simbólico de los números en la Biblia. Si analizamos dígito a dígito el 2017, encontramos el 2, el 1 y el 7. Todos estos números contienen, además de un valor cuantitativo, un significado sagrado.
El número dos significa el tú, el hombre, el otro, la alteridad, la relación esencial de toda persona, e incluso la Encarnación de Dios, su Hijo hecho hombre, las dos naturalezas, y desde este significado nuestra posible plenitud al poder relacionarnos con el Tú divino, con quien se ha hecho carne para que los humanos podamos tratar con Él como hermanos.
El número uno se refiere en muchos códigos al primero en todo, al que preside. Para nosotros evoca a Dios, el primero en todo, el principio de todo, el que gobierna el universo.
El número siete, significa en todos los códigos numéricos perfección, totalidad, plenitud: siete días de la creación, siete notas en la escala musical, siete sacramentos, siete dones del Espíritu Santo, siete iglesias del Apocalipsis, siete discípulos en Galilea… Es número sagrado en la Biblia, áureo para los pintores y artistas; contiene armonía, belleza, orden, perfección.
Si además sumamos los tres dígitos 2 + 1 + 7 = 10, y el número 10 es también número perfecto: los diez dedos de la mano, que evocan el decálogo, y las bienaventuranzas.
Creo que desde la misma cifra del Año Nuevo, puedo desearte un santo y feliz Año de Gracia del Señor, 2017.
Ángel Moreno