El epicentro de los sismos fue Montereale, en la provincia de L’Aquila, y estos movimientos telúricos han ocasionado diversas avalanchas. Una de estas sepultó el Hotel Rigopiano y ha dejado más de 25 personas desaparecidas.
Las unidades de bomberos y protección civil se han desplazado a las localidades de Montereale, Capitignano, Amatrice, Campotosto, Barete y Pizzoli. Sin embargo, las labores de rescate se han visto dificultadas por la gran cantidad de nieve en la zona.
“Esperamos que sea la última secuencia y que esta sea el epílogo ya que se rumorea que podrían haber réplicas en la región de Abruzzo y la ciudad de Campotosto que necesitaba para volver a equilibrar”, indicó Mons. Pompili.
El Prelado dijo que esperan recuperarse de este desastre y que “el frío y la nieve crean condiciones de vida muy problemáticas, especialmente en los lugares del epicentro del terremoto”.
En Amatrice esta nueva serie de movimientos sísmicos ha ocasionado derrumbes en viviendas y ha terminado de destruir el campanario de la iglesia de Sant´Agostino, que data del año 1428, y que ya había quedado dañado con los sismos anteriores.