15.000 personas en el Encuentro vocacional del Camino Neocatecumenal
Más de 15.000 personas llegadas de toda Andalucía, Extremadura, Canarias, Ciudad Real y el sur de Portugal, asistieron el primero de mayo, festividad de san José Obrero, al encuentro vocacional de jóvenes y familias Las dos orillas, organizado por el Camino Neocatecumenal en la localidad gaditana de Alcalá de los Gazules. El domingo que viene tendrá lugar otro encuentro similar en Santiago de Compostela -aún no se ha confirmado qué obispos participarán-, y, próximamente, un tercero en Valencia. Los encuentros continuarán en otras zonas de Europa, Asia y América, siendo Varsovia la primera parada fuera de España.
La jornada, que estuvo presidida por monseñor Rafael Zornoza, obispo de Cádiz y Ceuta, comenzó por la mañana en Ceuta -ciudad con un 50% de población musulmana, 45 mezquitas y 7 iglesias-, donde Kiko Argüello visitó un centro construido por las comunidades neocatecumenales. «Esta ciudad necesita afirmar la presencia cristiana, y este centro recibe comunidades de toda Andalucía que otorgan un ambiente evangelizador», afirma el obispo, que acompañó al iniciador del Camino en su visita.
«Gracias a Dios, el centro está dando sentido y esperanza a la ciudad», recalca Juan de Mena, responsable de las comunidades en la zona, y señala que los barcos con fieles que llegan, cada semana, desde la península para tener convivencias ya son conocidos como los barcos de los cristianos.
Alcalá de los Gazules fue el escenario del encuentro, que tenía como objetivo despertar vocaciones para evangelizar Asia. Monseñor Zornoza, que presidió el encuentro, recalca «lo impresionante que fue ver a más de 70 chicos ofreciéndose para ir al seminario, el centenar de chicas que se levantaron para ser misioneras, y las cien familias, cargadas de niños, que pidieron la bendición para irse a evangelizar Asia, a tantos países castigados por el comunismo y que viven ahora con un gran vacío». Familias como la de Israel y María José, un matrimonio de Córdoba con dos niñas que quiere «dar gratis lo que hemos recibido gratis. Hemos visto que, gracias al encuentro con Jesucristo, se puede ser feliz, se pueden superar acontecimientos difíciles. Y no importa dónde sea, ni lo que tengamos o no…, sólo queremos dar a conocer, a quien está desilusionado y amargado, que hay esperanza», afirma Israel. O jóvenes como Clara, onubense de 20 años, que se irá, «a ayudar a las familias en misión en Asia, por puro agradecimiento. Dios siempre ha sido bueno conmigo y siento la necesidad de ayudar a quienes están allí». Para Juan de Mena, lo vivido en Alcalá de los Gazules ha sido «un milagro que sólo se entiende a través de la acción del Espíritu Santo».
Para monseñor Zornoza, el Camino tiene «un dinamismo evangelizador muy importante para la Iglesia». Para la Iglesia diocesana, el carisma de este itinerario de fe es, «como otros movimientos, una llamada del Espíritu a vivir la fe en el mundo de hoy. En el Camino hay una presencia de evangelización muy intensa», añade.
Junto a él, estaba presente en el encuentro el obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, además del obispo de Asidonia-Jerez, monseñor José Mazuelos Pérez; el arzobispo de Granada, monseñor Javier Martínez; el obispo de Huelva, monseñor José Vilaplana; y el obispo auxiliar de Sevilla, monseñor Santiago García. Monseñor Demetrio Fernández también recalca «el gran entusiasmo evangelizador del Camino Neocatecumenal. Sobre todo en este momento en que necesitamos evangelizadores entusiasmados con la belleza del Evangelio y la vida cristiana». Para el obispo de Córdoba, «en el encuentro, del que salí confortado y estimulado de pertenecer a una Iglesia viva, vi una escenificación preciosa de la llamada del Señor a la misión».