A mediados del mes pasado se estrenó la película «50 sombras de Grey» que ha cosechado el mejor estreno de los últimos dos años en las salas de cine españolas. De momento ha atraído a más de un millón de personas recaudando siete millones de euros; la adaptación de la novela erótica de E. L. James ha conseguido unos resultados que no se veían desde otoño de 2012. En España la película ha llegado a 1.020 pantallas, según datos de la consultora Rentrak.
La distribuidora Universal decidió lanzar el filme, justo en el fin de semana de San Valentín, con resultados brillantes también en el resto del mundo: la película ya ha superado los 200 millones de euros recaudados por todo el planeta y en EE UU ha ingresado más de 80 millones. El diario británico The Guardian calcula que se trata del 21º mejor estreno de la historia del cine.
Esta película intenta llevar a las pantallas lo escrito en una trilogía que está compuesta por ‘Cincuenta sombras de Grey’, ‘Cincuenta sombras más oscuras’ y ‘Cincuenta sombras liberadas’, de las que a día de hoy se han vendido más de 40 millones de copias de los tres títulos de la saga.
Yo ni he leído los libros ni he visto la película pero si que me he informado y he hablado con gente que está «empapada» de lo que transmite esta trilogía. Están escritos por una mujer de la que no quiero citar el nombre ya que no quiero hacer publicidad de asunto tan despreciable.
No me gusta tampoco invertir mucho tiempo en hablar de temas como este porque son como la gasolina al fuego. Pero sí que quiero dedicarle unas líneas ya que debemos de darle la importancia adecuada a este tema que te puede parecer banal pero que forma parte de las catequesis perniciosas que recibimos tanto nosotros como adultos, así como nuestros hijos.
La trama es muy sencilla: chico guapo, atractivo física y emocionalmente ya que es un triunfador que enamora a chica inmadura que ve en él el amor de su vida y la lleva a una esclavitud profunda de esta afectividad hasta el punto de convertirse en esclava sexual. Si me equivoco en algo, por favor, utilizad el blog que para esto está.
Es la secuencia del Génesis. Este chaval impresionante es el árbol prohibido, por lo que representa, que no es lo que se ve sino lo que contiene. La falta de discernimiento, las ansias de encontrar tu identidad, el ver en este ídolo de pies de barro a aquel que te puede llevar a la plenitud, a la satisfacción de tus ansias; te tienta para que firmes ese contrato de esclava sexual.
Es la seguridad con la que el demonio plantea siempre la tentación, en contra de nuestra ignorancia del porqué de nuestra vida. El pertenecer a alguien nos aporta una identidad que hemos perdido al abandonar a Dios. Este contrato que le propone firmar este «tipo» le identifica, le hace ser alguien aunque este alguien sea esclavo de otro. Y sobre todo esta mujer se siente atraída por este hombre en el que ve un dios que le puede dar la vida porque ella no la tiene.
Es triste ver como principalmente mujeres acuden a la gran pantalla a contemplar esta basura y algunas de ellas manifiestan que la película se ha quedado «corta» y que están mucho mejor los libros, ya que la mente puede ir mucho más allá que lo mostrado en el cine.
Pero los cristianos no podemos simplemente criticar esta situación o proponer una manifestación para que no la reproduzcan en los cines. Debemos de sentir dolor por la situación en la que el mundo -en el que vivimos nosotros y nuestras familias- vive. La gente no tiene identidad, busca la seguridad en lo que haga falta y necesita construirse un ídolo al que pedirle tantas cosas como necesita. El hombre no puede con el sufrimiento, no resiste a la muerte, no puede vivir en esta sociedad que no le da nada sino todo lo contrario.
La atracción del mal es muy fuerte hoy por eso los cristianos debemos dejar de quejarnos, de manifestarnos en Colón, de asociarnos para combatir con las mismas armas de esta sociedad. Jesucristo le dijo a Nicodemo que así como fue levantada la serpiente en el desierto para que todo aquel que la mirara quedara salvo así tiene que ser levantado el Hijo del hombre para que todo sea renovado.
Poco puedo decir más que esto. Veía la necesidad de hablar algo de esto para hacernos recapacitar. Solamente dejar una Palabra del Señor para que nos ilumine la forma de combatir con este demonio sutil, inteligente y hábil. Pero recordaros que nuestra lucha no es contra la carne ni la sangre (no es contra lo que se ve) sino contra los espíritus del mal que viven en el mundo tenebroso. Por eso utilizad la armas que la Iglesia constantemente nos propone.
Entre los que subieron a adorar a Dios en la fiesta había algunos griegos. Así que éstos se acercaron a Felipe, el de Betsaida de Galilea, y comenzaron a rogarle—Señor, queremos ver a Jesús. Vino Felipe y se lo dijo a Andrés, y Andrés y Felipe fueron y se lo dijeron a Jesús. Jesús les contestó:
—Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del Hombre. En verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo no muere al caer en tierra, queda infecundo; pero si muere, produce mucho fruto. El que ama su vida la perderá, y el que aborrece su vida en este mundo, la guardará para la vida eterna. Si alguien me sirve, que me siga, y donde yo estoy allí estará también mi servidor. Si alguien me sirve, el Padre le honrará. «Ahora mi alma está turbada; y ¿qué voy a decir?: «¿Padre, líbrame de esta hora?» ¡Pero si para esto he venido a esta hora! ¡Padre, glorifica tu nombre!
Entonces vino una voz del cielo:
—Lo he glorificado y de nuevo lo glorificaré.
La multitud que estaba presente y la oyó decía que había sido un trueno. Otros decían:
—Le ha hablado un ángel.
Jesús respondió:
—Esta voz no ha venido por mí, sino por vosotros. Ahora es el juicio de este mundo, ahora el príncipe de este mundo va a ser arrojado fuera. Y yo, cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí. Decía esto señalando de qué muerte iba a morir.
Ángel Pérez.