¿Quién era Santiago?
Apóstol de Jesús, «Santiago, el hijo de Zebedeo o el Mayor» era el hermano mayor de Juan; ambos, originarios de Betsaida, vivían en Cafarnaún, trabajando como pescadores a orillas del Lago de Genesaret; pertenecían, pues, a una familia que regentaba un modesto negocio familiar, el de la pesca, y su padre se llamaba Zebedeo. Estaban asociados con otra pareja de hermanos, Pedro y Andrés en la industria de la pesca, para cuyo trabajo contaban con empleados ocasionales. De este círculo de pescadores Jesús escogió a sus cuatro primeros discípulos: Pedro y su hermano Andrés, Santiago y su hermano Juan.
Santiago, gozaba de especial confianza con Jesús, fue testigo privilegiado de algunos momentos importantes en la vida de Cristo. Asistió, junto con Juan y Pedro, a la resurrección de la hija de Jairo. Fue testigo de la transfiguración y estuvo también en el huerto de Getsemaní. El mismo Jesús apodó a Santiago y a Juan con el sobrenombre de «hijos del trueno». Santiago es una persona apasionada, llena de arrojo y decisión, capaz de ponerlo todo en juego. San Lucas nos relata que junto a su hermano Juan pidió a Jesús que hiciese bajar fuego del Cielo para arrasar a los inhospitalarios samaritanos que se negaban a dar albergue al maestro.
Santiago forma parte del grupo inicial de la Iglesia Primitiva de Jerusalén.
La tradición le atribuye una gran labor de evangelización en la provincia hispánica, la cual le correspondió en el reparto que los apóstoles realizaron con el fin de difundir el Evangelio de Cristo. Probablemente llegó a España en el año 41 y permaneció aquí hasta fines del año 42. Recorrió los caminos de Itálica, Mérida, Coimbra, Braga, Iria, Lugo, Astorga, Palencia, Horma, Numancia y Zaragoza, donde se le apareció la Virgen en el Pilar. Después, por el Ebro, pudo tomar la Vía Augusta de Tortosa a Valencia, Chinchilla y Cazlona para regresar desde un puerto murciano o andaluz a Palestina.
Herodes Agripa, rey de Judea, nieto de Herodes El Grande, lo hace decapitar a espada hacia el año 44, convirtiéndose en el primer apóstol en verter su sangre por Jesucristo.
¿cómo llegó su cuerpo a España?
El cuerpo de Santiago el Mayor fue trasladado por los apóstoles a la península hispánica en un bajel hasta Iria Flavia. Desembarcaron y caminaron unas cuatro leguas hacia septentrión por la antigua vía romana de Iria a Brigatium, llegando a Liberodonum donde sepultaron el cadáver. Elevaron un mausoleo, «Arca marmorica», según diplomas de Alfonso III, Ordoño II, Ordoño III y Sancho el Craso. Según la tradición, junto al sepulcro de Santiago reposaban los cuerpos de sus discípulos, Atanasio y Teodoro.
Todo ello se sacó a la luz en tiempos de Alfonso el Casto y Teodomiro, Obispo de Iria Flavia. En memoria de tan gran acontecimiento, al lugar se le llamó “Campus stellae » o » Compostela «. El rey Alfonso II manda edificar sobre el sepulcro una sencilla iglesia y comienzan a llegar visitantes a la tumba del apóstol.
¿de dónde viene el apelativo “Santiago Matamoros”?
Durante la época de la Reconquista, Santiago se convierte en un personaje al que se invoca para obtener la protección de Dios en la lucha frente al infiel. Surge un “Santiago Matamoros”. Y en las ensangrentadas luchas contra los moros, en muchas ocasiones la victoria se atribuía a la ayuda e intervención divina, merced a la invocación a Santiago.
En el año 844, otro fenómeno sobrenatural daría el definitivo espaldarazo a la figura de Santiago como encarnación de la Reconquista. El 23 de mayo en Clavijo, cerca de Logroño, el rey Ramiro I de Asturias se enfrenta a las tropas musulmanas de Abderramán II, en clara desventaja numérica. En pleno fragor de la batalla el apóstol Santiago aparece espada en mano a lomos de su famoso caballo blanco repartiendo tajos entre los infieles. Los cristianos vencen contra pronóstico y el mito jacobeo traspasa definitivamente los Pirineos. Nace el apelativo de Santiago Matamoros. La Reconquista, todo un proceso que transcurre desde el año 711 a 1492 hasta que Granada es tomada por los Reyes Católicos y se cierra el ciclo y la unidad de España.
¿por qué una ruta jacobea?
Porque en esa época el camino de la costa es más seguro que los del interior, expuestos a las correrías árabes. Será a partir del año 1000 cuando se popularizan las peregrinaciones a Santiago, como antes lo hicieran los romeros con Roma o los palmeros con Jerusalén. Los monarcas comprendieron que mantener el Camino libre y expedito era asegurarse una vía de vital importancia económica, comercial y militar para controlar su territorio. Dos son los reyes que más apoyarán la ruta jacobea: el navarro Sancho III el Mayor y el castellano Alfonso VI. El Camino se dota de una serie de infraestructuras (calzadas y puentes) y de lugares asistenciales para el peregrino. Fundamentales en este campo han sido las órdenes religiosas hospitalarias, entre las que destaca la de Cluny.
¿cómo surge el Año Santo Jacobeo?
La primera eclosión en las peregrinaciones a Santiago se produce en los siglos XI y XII, coincidiendo con el esplendor del arte románico. En 1122 el Papa Calixto II proclama Año Santo Jacobeo aquel en el que el 25 de julio coincida en domingo. Cantidades ingentes de personas comienzan a llegar de todas partes de Europa dando un toque cosmopolita a las ciudades por las que pasa el camino. El Camino Francés es el más utilizado y por Roncesvalles se constatan miles y miles de peregrinos en estos años, más tarde con la conquista de Zaragoza se habilitaría el ramal de Somport a Puente La Reina. Las antiguas calzadas romanas de Burdeos a Astorga pasando por Vitoria y Briviesca y de Astorga a Iria Flavia sirven de base a la ruta jacobea, y surgen gran cantidad de burgos y ciudades que acogen una nueva clase urbana de artesanos y comerciantes, la mayoría francos.
una Bula declara auténticas las reliquias
Allá por el siglo XVI, el Arzobispo de Santiago, Juan San Clemente, ocultó el cuerpo por temor a los ingleses (comandados por el pirata Francis Drake) que se aproximaban a la ciudad. Cuando más tarde el Cardenal Payá ocupó la sede de Compostela, descubrió, gracias a unas excavaciones, las reliquias del santo. Este cardenal Inició un minucioso proceso que envió a Roma y finalmente, una Bula de León XIII, «Deus omnipotens” del 1 de Noviembre de 1884, ratificó y confirmó la Sentencia de la Comisión Especial de la Sagrada Congregación de Ritos, en la que se declaraban auténticas las reliquias de Santiago y de sus discípulos Atanasio y Teodoro. Hoy en día la peregrinación a Santiago parece recobrar el esplendor de antaño, en 1985 la UNESCO declara la ruta jacobea como Patrimonio Universal de la Humanidad. Su festividad se celebra el 25 de julio y es el patrón de España.
“Desde entonces, los indios al rayo lo llaman Santiago”
En el Descubrimiento de América la figura de Santiago se hace notar de nuevo, así, la intervención de Santiago es decisiva en la mente de los descubridores y conquistadores: «Y como cayó en tierra se espantaron los yndios y dijeron que abia caído yllapa, trueno y rayo del cielo,… Y asi bajó el señor Santiago a defender a los cristianos. Dizen que vino encima de un cavallo blanco,… y el santo todo armado y su bandera y su manta colorado y su espada desnuda y que venía con gran destrucción y muerto muy muchos yndios y desbarató todo el cerco de los indios a los cristianos que había ordenado Manco Inca y que llevaba el santo mucho ruido y de ellos se espantaron los indios. (..) Y desde entonces los indios al rayo lo llaman y le dicen Santiago…(F. Guaman Poma, 1615)
2010 es Año Jubilar Compostelano
Este Año Jubilar es ante todo un año de conversión. Es un tiempo en el que la Iglesia concede especiales gracias espirituales a los fieles, rememorando el Año Jubilar Bíblico. Nos explica el libro del Levítico (cap.25) que cada siete años se celebraba un Año Sabático en el que no se cultivaba la tierra; los que habían vendido las tierras por necesidad las recuperaban y los esclavos eran liberados. Cada 50 años era Año Jubilar. Siguiendo esto mismo, la Iglesia también celebra años santos. El último año santo, en el caso de Santiago, fue en el 2004 y habrá que esperar hasta 2021 para el siguiente. Es por ello que son muchos los que no han querido perderse esta oportunidad de ganar el Jubileo.
CONSEJOS PRÁCTICOS PARA HACER EL CAMINO
- ¿Cuándo ir? En teoría, se debe preparar el camino para llegar a Santiago el día 25 de Julio (día del apóstol).
- El itinerario: Lo primero es decidir el punto de partida y la ruta a seguir. El itinerario más famoso y utilizado es el camino francés, por ello es fácil encontrar documentación de esta ruta si es la que finalmente eliges. Es conveniente, una vez que se tenga la documentación sobre la ruta y los albergues, hacer una planificación de las etapas que se realizarán. Hay quienes recomiendan hacer entre 25 y 30 kilómetros diarios y descansar una jornada cada siete días. Otros prefieren hacer menos kilómetros, andar tranquilamente, disfrutar de los paisajes y conocer cada uno de los maravillosos pueblos que se cruzan en el trayecto.
- La acreditación de peregrino: Para hacer uso de los albergues, es necesario poseer un documento que te acredite como peregrino. Puedes conseguir esta acreditación a través de las autoridades eclesiásticas de cualquier ciudad española o en iglesias, ayuntamientos y comisarías de policía a lo largo del Camino. En esta acreditación aparece tu nombre y el punto de partida de tu viaje. A lo largo del Camino puedes ir añadiendo sellos que acrediten los puntos por los que has pasado. Una vez en Santiago, podrás conseguir la Compostela (documento que certifica que has hecho el camino) en la oficina del peregrino, si has recorrido más de 100 kilómetros.
- La mochila:
- Calzado cómodo para andar. El camino no tiene grandes dificultades y, si hace buen tiempo, es mejor utilizar unas zapatillas de deporte cómodas (si llueve, ya es otra cosa…).
- Calzado cómodo para descansar. Es importante tener unas zapatillas cómodas para descansar los pies después de una jornada de camino.
- Un saco de dormir. Si se va a dormir en albergues, no es necesario un saco de alta montaña. Lo importante es que pese poco.
- Aislante. Sólo si se piensa dormir al aire libre o si se va en «temporada alta», y puede que no haya camas libres en los albergues.
- Un poncho para la lluvia. Es importante llevar un impermeable que cubra la mochila. Una solución clásica de emergencia para la lluvia son las bolsas grandes de basura.
- Ropa. Lo mínimo. Si se va en verano, se puede subsistir con tres mudas de ropa interior (que se lavan diariamente y se secan colgadas en la mochila al andar), unos pantalones cortos, otros largos para ponerse «de limpio», tres camisetas de manga corta y un jersey para la noche. Si vas en época de lluvia, la cosa cambia. Recuerda siempre la regla de oro: todo lo que llevas, pesa.
- Un sombrero o gorra para el sol (si se va en verano).
- Una cantimplora (o la clásica botella de agua). Ojo, las fuentes no son tan abundantes como cabría pensar.
- Una navaja multiusos.
- Una linterna
- Un pequeño botiquín. Ten en cuenta que las rozaduras, ampollas y torceduras son lo más común.
- La documentación recopilada con las etapas a realizar, los puntos de interés, las direcciones y teléfonos importantes, etc.
- Sobre los albergues: Aunque hay albergues a lo largo de todo el camino francés, la mayor concentración se da en la comunidad gallega. Suele haber albergues cada 10 o 15 kilómetros. Los albergues son gratuitos, aunque se puede dar una cantidad de dinero como agradecimiento. Se da prioridad en el alojamiento a los peregrinos que hacen el Camino andando frente a los que lo hacen en bicicleta. Conviene consultar con otros peregrinos las características de los albergues visitados y por visitar. Ellos te indicarán los mejores y te aconsejarán los que debes evitar (que también los hay).
- Sobre las distancias: La información sobre distancias entre etapas es, en ocasiones, contradictoria dependiendo de la fuente consultada. Ten en cuenta, a la hora de planificar, que puedes encontrarte con cinco kilómetros extra en cualquier momento). Otros peregrinos son la mejor fuente de información. Ten en cuenta que algunos han hecho el Camino en numerosas ocasiones, conocen los lugares que merece la pena visitar y los que conviene evitar. Habla con la gente.
- Consejos varios: Si llueve, compra un periódico. Sus hojas absorben muy bien la humedad y te ayudarán a secar el calzado por dentro. No te pierdas la Casa Ezequiel, en Melide, pone el mejor pulpo a la gallega del mundo. Y la Casa Manolo, en Santiago de Compostela, es un lugar clásico al que todo peregrino va a comer.
Más información en la Página Oficial del Camino de Santiago.