Cuando bajaban del monte, los discípulos preguntaron a Jesús: «¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?».
Él les contestó: «Elías vendrá y lo renovará todo. Pero os digo que Elías ya ha venido y no lo reconocieron, sino que han hecho con él lo que han querido. Así también el Hijo del hombre va a padecer a manos de ellos».
Entonces entendieron los discípulos que se refería a Juan el Bautista (San Mateo 17, 10-13).
COMENTARIO
Hay tres figuras que centran el tiempo de Adviento, tiempo de preparar la venida del Señor a nuestras vidas: la Virgen María, el profeta Isaías y Juan Bautista. Elías debía preparar la venida del Mesías y el profeta Isaías había profetizado: “voz que clama en el desierto, preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas”. Jesucristo dice que esta misión la realizo Juan Bautista. Predicó la penitencia y la conversión para preparar esta venida del Señor. Cuando la gente le preguntaba “¿qué debemos hacer?”, él contestaba: “el que tenga dos túnicas que reparta con el que no tiene y el que tenga para comer que haga lo mismo”, “no hagáis extorsión a nadie, no hagáis denuncias falsas”. En definitiva, arrepentíos y convertíos a Dios que viene. Una buena forma de preparar nuestro corazón a que venga a él Jesucristo para salvarnos es escuchar a Juan Bautista. Ahora, como en todas las épocas, tenemos la forma de escucharle en su Iglesia, en la predicación de los pastores: podemos escuchar las homilías y las catequesis del Papa, de nuestros obispos de nuestros presbíteros; leer las escrituras; acercarnos a los sacramentos (penitencia, eucaristía). Son formas de preparar la venida del Señor a nuestro corazón.