En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, no le dejaría abrir un boquete. Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre.»
Pedro le preguntó: «Señor, ¿has dicho esa parábola por nosotros o por todos?»
El Señor le respondió: «¿Quién es el administrador fiel y solícito a quien el amo ha puesto al frente de su servidumbre para que les reparta la ración a sus horas? Dichoso el criado a quien su amo, al llegar, lo encuentre portándose así. Os aseguro que lo pondrá al frente de todos sus bienes. Pero si el empleado piensa: «Mi amo tarda en llegar», y empieza a pegarles a los mozos y a las muchachas, a comer y beber y emborracharse, llegará el amo de ese criado el día y a la hora que menos lo espera y lo despedirá, condenándolo a la pena de los que no son fieles. El criado que sabe lo que su amo quiere y no está dispuesto a ponerlo por obra recibirá muchos azotes; el que no lo sabe, pero hace algo digno de castigo, recibirá pocos. Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más se le exigirá» (San Lucas 12, 39-48).
COMENTARIO
Buenos días hermanos en Cristo, aunque todos lo sabéis, os recuerdo que seguimos en el mes del Rosario.
Además, debido a la situación lamentable en que vive nuestra madre la iglesia, atacada ferozmente por Satanás, el Santo Padre nos ha pedido que recemos el Rosario todos los días y que, al finalizar, recemos la oración a la Virgen Santísima «Bajo tu amparo nos acogemos …» y la oración a San Miguel Arcángel.
En el Evangelio de hoy, el Señor Jesucristo nos recuerda algo que no debemos olvidar, «estad preparados porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del Hombre».
¡Mucho cuidado! Vivimos en una sociedad en la que se oculta la muerte. Se ha dado la espalda a Dios y se vive como si Él no existiera. Mucho cuidado para no contagiarnos con ese espíritu del mundo.
Además, el Evangelio nos hace a NOSOTROS una advertencia que no debe caer en saco roto. Dice el Señor Jesuscristo: «El criado que, conociendo la voluntad de su Señor, no se prepara ni obra de acuerdo con su voluntad, recibirá muchos azotes; pero el que, sin conocerla, ha hecho algo digno de azotes, recibirá pocos».
Y ahí estamos señalados nosotros. Cuanto más cerca estamos de la iglesia, mejor conocemos la voluntad del Señor. Por tanto, no tenemos excusa si no la cumplimos. Recibiremos muchos azotes.
En cambio, muchos hermanos nuestros que desconocen al Señor y su voluntad, recibirán pocos.
No debemos olvidar que una de nuestras obligaciones es evangelizar.
Una vez más hermanos, os deseo lo mejor.
El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna, amén.