21 y 13 años, estudiantes de 4.º de Magisterio, Educación Primaria, y 2.º ESO
Parroquia de Nuestra Señora del Pino de Villaverde Alto (Madrid)
¿De dónde habéis recibido la fe?
De nuestros padres, principalmente.
¿Habéis tenido algún acontecimiento en el que la fe os ha ayudado?
Pedro: Todos tenemos en la vida pequeñas cruces que te hacen sufrir, pero la fe me ha ayudado a afrontar la vida con esperanza en Cristo.
Myriam: Es verdad que la fe te hace afrontarlo todo de otra manera.
¿Estáis contentos de estar en la Iglesia?
Pedro: Sí, mucho, porque tener a Cristo contigo es lo mejor que te puede pasar en la vida.
Myriam: Lo mismo que mi hermano; conocer a Cristo es la mayor alegría.
¿Qué es lo que más os sorprende de Jesucristo y de su Iglesia?
Pedro: Ver cómo Dios va poniendo las cosas. Tú haces tus planes y las cosas salen cuando Dios quiere, porque sus planes son otros. Aunque me pueda parecer lo contrario, el plan de Dios siempre es lo mejor, porque Él me ama. Lo hace en el momento oportuno y mejor para mí, aunque yo no lo vea.
¿Os habéis sentido acosados o perseguidos por amigos, compañeros, vecinos… por el hecho de ser cristianos?
Myriam: Alguna burla sí que ha habido, pero no ha llegado a ser acoso.
¿Has sentido en tu vida el amor de Dios?
Myriam: Sí, en muchas ocasiones. Por ejemplo, en cosas que creo que son malas para mí y Él me ayuda a salir de ello. Está conmigo y no me deja sola ante las situaciones difíciles; está a mi lado.
¿Habéis ido alguna vez a alguna JMJ?
Pedro: Sí, a la JMJ de Madrid 2011.
¿Qué te aportó?
Pedro: Sobre todo el sentirme acompañado a la hora de vivir la fe. Aunque estoy estudiando en una universidad católica, lo cual es una suerte dado como está hoy día el mundo, no todos piensan como yo. Y en la JMJ vi a gente de distintos lugares, culturas, movimientos, pero con un mismo espíritu.
Si alguien se mete con la Iglesia, ¿sois capaces de defenderla?
Pedro: Sí, aunque también depende del contexto. Normalmente doy la cara por la Iglesia, pero si la persona es conocida o tengo confianza con ella me es más fácil; si la persona es desconocida, paso un poco y lo dejo estar.
Myriam: A mí me da igual la persona que sea. Aunque me da mucho corte, cuando tengo que decir algo lo digo, porque no me gusta nada que hablen mal de la Iglesia.
Hoy día no está de moda ser cristiano y vais contracorriente, ¿qué os parece esto?
Pedro: Yo creo que me he acostumbrado a vivir contracorriente y no me preocupa en absoluto lo que la gente opine de mí. Porque, a pesar de todo, poner la esperanza en Cristo me hace ser feliz; aunque desearía que todos pudieran participar de esta felicidad.
Myriam: A mí no me afecta, porque soy más feliz que muchas personas que no creen.
Mercedes Durán