José A. Sayés en un teólogo navarro, profesor de teología en la Facultad de Burgos, que ha publicado más de treinta libros de teología y filosofía a lo largo de su vida. Ha recorrido el mundo (USA, Brasil, Japón, Taiwán, Australia) dando clases en seminarios y universidades. Ahora quisiéramos hacerle algunas preguntas sobre su última obra “Filosofía del hombre” (Eiunsa, Madrid 2009). La entrevista apareció en el “Diario de Navarra” (14-9-2009).
¿Por qué un libro sobre Filosofía del hombre?
He escrito ya varios libros de filosofía y la verdad es que fue un monje de Leyre el que me convenció para que escribiese uno sobre el hombre. No deja de ser un tema complejo, porque respecto del cuerpo hay que abordar hoy en día la teoría de la evolución, y respecto del alma a nadie se le oculta que este es un concepto rechazado por muchos. Creo que merecía la pena abordar todo ello.
¿Por qué el concepto de alma está tan rechazado hoy en día?
Ciertamente no lo es por razones convincentes, sino por perjuicios y sentimientos. Muchos temen que, si hablan de cuerpo y alma, sean tratados como dualistas. Y se afirma incluso que en la antropología bíblica no aparece el concepto de alma. Esto último es sencillamente falso; lo que ocurre es que hoy en día no hay muchos dispuestos a un estudio profundo y se vive de tópicos falsos. Recuerdo todavía el impacto que nos causó la publicación del libro de Tresmontant “(Ensayo sobre el pensamiento hebreo”). Cuando lo leo ahora, me parece sencillamente superficial. Pero recordemos que Millán Puelles estaba escribiendo un libro sobre la inmortalidad del alma que no pudo acabar.
Pero ¿no es mejor hoy en día hablar de personalismo?
Efectivamente el sistema hilemorfista de cuerpo y alma puede ser mejorado, porque hablar de cuerpo y alma es hablar de naturaleza y no de persona, que es el concepto más difícil de la filosofía. Pero se puede incorporar ahí el concepto de persona que nació no en la filosofía griega sino en los concilios cristológicos (Éfeso, Calcedonia). En ellos persona significa sujeto y este concepto se puede introducir en el hilemorfismo. Yo defino la persona como sujeto de naturaleza corporeoespiritual, ensamblando las exigencias de la fenomenología (subjetividad) con la ontología de la naturaleza. No hay persona humana sin naturaleza corpóreo-espiritual.
Ha dicho fenomenología. ¿Se refiere Vd. a Husserl? ¿Es que tenemos que abandonar el tomismo?
Mire Vd., después del Vaticano II se abandonó el tomismo en ambientes eclesiásticos y se reemplazó por Rahner y Husserl, que son hoy en día los profetas para muchos. Pero le sobrarán dedos de una mano si se pone a contar los que hayan leído a fondo el tomismo o los que hayan leído y comprendido la teoría del conocimiento de Rahner, o los que hayan leído directamente a Husserl. Ambos, junto con Heidegger, están relacionados con la bella ciudad de Friburgo en Brisgovia. Hay que heredar del tomismo su sano realismo, dejando cosas que se pueden mejorar. Pero el que se eche en mano de la filosofía de Rahner (he sido discípulo suyo) o de Husserl, no saldrá nunca del subjetivismo. Ahí está la postura de una mujer inteligente como. E. Stein, que dejó abandonado a su profesor.
Entonces, ¿qué es lo que propone?
Sencillamente he tratado de buscar una nueva síntesis filosófica que mejore lo mejorable, pero que siga hablando de sustancia, de alma, de ley natural y de Dios y que pueda plantearse temas como los de la libertad, la historicidad y la muerte.