Si seguimos a Fábrega[4], se hace la lectura de la Vita en Maitines, y el inicio de las Actas vel Passio en Laudes, durante la Conmemoración, el día 7 de enero en Toledo.
El Prae Legendum, según Fábrega, sería el lugar más indicado para hacer ésta lectura. Las indicaciones litúrgicas en las Notas marginales de los diferentes manuscritos, tienen una división de lecturas y una secuencia que aparece a medida que avanza la pausada narración.
A propósito del iter catecumenal, dice Fábrega:
“Esta conclusión , en nuestro caso, se desprende de una manera incontestable de las Notas y rúbricas de nuestros dos manuscritos,[5] la primera parte (…) debía leerse en el Oficio nocturno que se rezaba antes del amanecer -matutinis horis-, y a partir de la rúbrica -Nunc… denunciamus- dentro de la Misa. El autor sigue el manuscrito de París (P) de origen silense, y el de Londres, cuyo origen es Cardeña. Una de las rúbricas dice: “Los que estuvieron (en Maitines?), lo oyeron (Vita?).”
Los Laudes se hacen antes del Incipit Missa.
“Estrechando más la investigación (…) tampoco dudamos en afirmar que se hacía en la parte llamada hoy día Misa de los Catecúmenos (Ad Missam), y, dentro de ésta, en la parte llamada “Legendum”.[6]
No era una simple lectura piadosa o devocional, sino un probable comienzo del Iter catequético bautismal.
El 1 Concilio de Valencia (c. 546), permite la asistencia a la primera parte de la Misa a los catecúmenos, penitentes e infieles. Se legisla para que éstos permanezcan hasta después de la Homilía del obispo, porque ayuda a su conversión, y para que salgan antes del Ofertorio, sólo entonces el RHM sitúa el Incipit Missa.
Entre el primer y el tercer Aleluia, Basilisa en gloria anuncia el próximo martirio de San Julián en la Epifanía. A las anteriores llamadas, ésta se presenta como la última y definitiva[7].
La doxología final de IBC & 45 no permite dudar del carácter ritual de este texto:
“Gloria Christo, qui est fidelis in verbis suis…
Se explica perfectamente por qué al final del Título se respondía “Deo gratias” y al final de la Pasión se terminaba con el “Amén”. Tanto en el Oficio como en la Misa de la liturgia mozárabe, la Profecía y la Epístola eran las únicas piezas que terminaban el Apóstol (Hb 11,33-12,2).”
Los textos de las oraciones o narraciones de la Misa de los santos mártires de Antinoé, en el Rito mozárabe actual, contienen 22 invocaciones a Cristo y 21 referencias a San Julián que con Santa Basilisa es citado 8 veces. En las demás, está solo o con sus compañeros mártires.
Es notable la evocación de los milagros de San Julián, que están inspirados en la Passio vel Vita, en fragmentos de los Himnos de Prudencio, y de San Isidoro de Sevilla, quienes enriquecieron poéticamente las virtudes de sus vidas.
El RHM, conserva indicaciones biográficas y poéticas de los mártires IBC, diseminadas a lo largo de todo el Canon. Para identificarlas es necesario recorrer el iter de la Misa Hispana que encontramos en Buldú, (Apéndices 10 y 11)[8], y la Divulgación virtual del Ritual reformado de la Misa mozárabe[9].
[4] Fábrega Grau, Ángel, Pasionario Hispánico, Madrid-Barcelona, 1955. En la parte llamada ‘Legendum’ (Lib Sacr, col 770-771, 780-781). Hoy sabemos que su ‘separación’ [de los catecúmenos] era antes de la Oratio fidelium y del Ofertorio. Fábrega, 1953, 278-279.281.282.284 ss. Nota 11, 284. “Nombre propio de esta parte de la misa de los catecúmenos.”; San Gregorio de Tours. In gloria martyrum, 86.
[5] El de París (P) de origen silense, y el de Londres, cuyo origen es Cardeña. Una de las rúbricas dice: “Los que estuvieron (en Maitines?), lo oyeron (Vita?), Nunc… denunciamus, Lectura de las Actas (en Laudes ?).
[6] Fábrega, 1953, 282. “En la parte llamada ‘Legendum’ (Lib Sacr, col 770-771, 780-781). Hoy sabemos que su ‘separación’ era antes de la Oratio fidelium y del Ofertorio. Fábrega, 1953, 278-279.281.282.284 ss. Nota 11, 284. “Nombre propio de esta parte de la misa de los catecúmenos.”; San Gregorio de Tours. In gloria martyrum, 86.
[7] D.E.O., De origini officiorum (598-615): las horas litúrgicas son: tercia, sexta, nona, Vísperas, Completas, Vigilias maitines. Las solemnidades: Epifania, Ramos, Pascua, Ascensión y Pentecostés. La búsqueda del espacio propio de las Actas, sea en el Oficio Horarum, sea en el tiempo litúrgico, es pura hipótesis de trabajo. Encontraremos en nuestro análisis la expresión puede que…
[8] Buldú, R., Historia de la Iglesia de España desde la predicación de los Apóstoles hasta el año 1856. Barcelona, 1856-1857, pp. 289. 310. 334.
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