«Cuando Jesús acabó de lavar los pies a sus discípulos, les dijo: “Os aseguro, el criado no es más que su amo, ni el enviado es más que el que lo envía. Puesto que sabéis esto, dichosos vosotros si lo ponéis en práctica. No lo digo por todos vosotros; yo sé bien a quiénes he elegido, pero tiene que cumplirse la Escritura: «El que compartía mi pan me ha traicionado.» Os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis que yo soy. Os lo aseguro: El que recibe a mi enviado me recibe a mí; y el que a mí me recibe, recibe al que me ha enviado”. (Jn 13,16-20)
Si el bien supremo es el amor, para servir a los demás no tengo que hacer necesariamente cosas extraordinarias sino que tengo que aprender a amar y seré bienaventurado.
Y digo yo, ¿a qué esperamos? Tenemos el don de la amistad de Jesús, tenemos sus enseñanzas… El salmo 88, nos dice: “ Tú eres mi Padre, mi Dios, mi Roca salvadora”.
Aparentemente es fácil pero, ¡nos resulta tan difícil de comprender!, y —como creo haber comentado en alguna otra ocasión— no entramos a fondo en el meollo de la Palabra de Dios; tomamos solo un pequeño barniz. Y aunque lo sentimos y pretendemos entender, nos va más “el rollito” ese de buscar posición social para ser servidos y no para servir.
Oímos pero no le escuchamos, caminamos pero no le seguimos, lo mismo estamos pensando en aplazar de nuevo el lavar los pies a nuestros hermanos… O quizás no.
Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
Miguel Iborra Viciana
1 comentario
60 años llevo pensando, creyendo de verdad y después queriendo creer en las palabras del evangelio de arriba.
desde hace un tiempo y para mi cada día lo veo más claro. Que un Ser omnipotente puede existir, al que me encantaría conocer antes de despedirme del Planeta. Pero que todo lo que hay escrito por el hombre, por el hombre se escribió, y para mi tiene tanto valor como todas las filosofias, politicas y pensamientos humanos. es decir ningún valor.
Me es imposible pensar que un joven, un hombrecito en su tiempo a los 30 años de edad, dice en este planeta, cosas muy bonitas y demasiadas atrevidas, como muchos otros tambien lo dijeron antes y después que él.
y que una parte considerable de la humanidad, y de los que yo hasta ahora he considerado personas inteligentes. ciegamene se encierren en lo que hay escrito. sin comentario alguno. propagandolo como la única verdad. en un mundo que cada vez se agranda más y no solo es el planeta Tierra, sino un universo de 13.000 millones de años luz, creyendo la ciencia que pueden haber otros universos, más allá de nuestro o escondidos en los abujeros negros del nuestro.
Sabiendo tanto hoy día del Universo. Por qué no buscamos al Omnipotente a través de la ciencia.
Ad Deum per naturam , era mi moto cuando yo tenía 17 años en el Seminario de Almería.
Fué cuando tuve una gran discusión con don José Méndez, en él ví yo que él no sabia nada de Dios, ni queria saber. Solo le importaba una institución a la que pertenecía, y quería hacerla grande y ser grande en ella. Cualquier idea, caulquier iluminación, o sugerencia para mejor comprensión y gloria del Todopoderoso, era como una injuria para la Orden establecida. Yo debería abandonar el Seminario, porque pensaba, lo que no deberia pensar, y podría se un peligro para la institución Iglesia.
Cuando salí de la Madre Patria, en los 70 y empecé a estudiar y observar al catolicismo, al prostentantismo, Islam, Hindues, Budismo. y muchas otras religiones. Cosa que en la Iglesia Catolica, creo que me prohibieron.
Y después de miles de horas de meditacíón, y reflexiones, muy importantes son las hechas a unos 10.000,- metros de altura en mis cientos de vuelos por todo el mundo. Cuando desde allá arriba, miro la Tierra y veo* los humanos como si fueran hormigas moverse en sus vehiculos, y cada uno con sus creencias, sus pensamientos y sus oraciones. Pienso yo ! Dios mio ! y quien escucha a toda esta gente, y quién los entiende. A estas alturas te encuentras ! sobre las nubes ! y si tu imaginación te lleva un más allá. Ves a la humanidad como una manada. como un rebaño de ovejas, que van balando por su camino.
De verdad ! yo me encuentro en otras alturas, y veo las cosas de la Tierra cada vez más claras.
Me gustaría seguir escribieno pero voy a parar ahora. porque tengo tanto que decir de mis experiencias y visiones, creencias y sabidurias. que seguiría u mes ecribiendo y me faltaria tiempo.
Miguel, tu sabes que yo te aprecio, y me gustaría mucho si te fueses iluminando en la verdadera ciencia y razón del Ser y del Universo.
Un fuerte Abrazo .
Pedro Huertas Serradilla