“Cuando bajaban del monte, los discípulos preguntaron a Jesús: “¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?” Él les contestó: “Elías vendrá y lo renovará todo. Pero os digo que Elías ya ha venido, y no lo reconocieron, sino que han hecho con él lo que han querido”. Así también el Hijo del hombre va a padecer a manos de ellos. Entonces entendieron los discípulos que se refería a Juan el Bautista (San Mateo 17, 10-13).
COMENTARIO
En este tiempo de Adviento, tiempo de espera, la Iglesia nos propone este evangelio un tanto misterioso de la catequesis de Jesús, que se inserta en el episodio de la Transfiguración del Señor que nos narra Mateo, cuando Jesús bajaba del Monte Tabor en compañía de sus discípulos Pedro, Santiago y Juan, que habían asistido al momento sublime de su transfiguración gloriosa. Y curiosamente, en tal ocasión, estos mismos discípulos le preguntaron a Jesús: “¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías? Y en este “por qué dicen los escribas…” de la pregunta que le efectúan sus discípulos, volvemos a encontrar alguna de las claves que nos pueden ayudar a razonar sobre lo que sigue.
Y es que una de las referencias que nos puede llevar a ese “por qué” misterioso, la encontramos en el Evangelio de Mateo (2,4), que ante la noticia de unos magos que preguntaban por las calles de Jerusalén, “Donde está el rey de los judíos que ha nacido”, Herodes se sobresaltó y consultó a los sacerdotes y escribas sobre el lugar en que nacería el Mesías, y estos le contestaron: “En Belén de Judea, porque así lo ha escrito el profeta”. Y el profeta que lo anunció fue Miqueas (5,1), si bien, en términos poco precisos. Y la respuesta de Jesús, a simple vista, tampoco nos ayuda mucho por la relación simbólica que establece entre el profeta Elías y el Bautista, por más que los discípulos comprendieran de inmediato que se refería a este último.
En definitiva debemos concluir que la referencia a Elías en relación con Juan el Bautista que realiza Jesús es meramente simbólica cuando dice: “Elías ya ha venido y no lo reconocieron…” y así lo había establecido de antemano el ángel que anuncia el nacimiento de Juan a su padre Zacarías, pues le dijo que “…irá delante del Señor con el espíritu y poder de Elías…”(Lucas 1,17), y aclarando cualquier controversia al respecto sobre una posible reencarnación de Elías en Juan, nos lo aclara el propio Juan en su respuesta a los sacerdotes enviados desde Jerusalén cuando le preguntan: “¿Eres tú Elías?, y Juan les contesta: “No lo soy” (Juan 1,21).
Efectivamente, ese decir de Jesús de: “…Elías ya ha venido…y han hecho con él lo que han querido”, en clara referencia al martirio del Bautista en la cárcel de Herodes, nos pone en guardia sobre las dificultades y el riesgo que supone el seguimiento de Cristo, pues como él mismo nos dice: “El Hijo del hombre va a padecer a manos de ellos”.