A modo de comentario
Al leer algunas crónicas, ¡qué mal parada has quedado, Familia! “Me han dicho de todo, menos bonita”, cuántos quieren, desean, sueñan, ambicionan serlo y no lo son, lo siento pero tienes condiciones de admisión. El viejo truco de dividir para reinar, también te lo están aplicando ahora a ti, los conservadores por aquí, los progresistas por allí. Eres única Iglesia, y bajas del cielo.
Cuando llaman a conversión, dice el profeta Joel, los recién casados dejan el tálamo nupcial. Si se trata de ir a la guerra, el recién casado puede quedarse en casa para gozar de su esposa, al menos por un año. ¡Qué curiosa manera de vivir el matrimonio tiene Israel!
En Israel, la santificación (kidushim) de la vida matrimonial, tiene sus siete bendiciones propias más tres bendiciones sacerdotales, -que corresponden a nuestra epíclesis sobre los novios -. Estas bendiciones son ascendentes, son berahoth a Dios Creador y Rey del Universo:
- Porque el matrimonio es su sacramento primordial, que encierra el misterio de la creación: igualdad y semejanza del hombre y la mujer con Dios.
- Por el don de la mujer al varón, del varón a la mujer: ‘yo te recibo a ti…’;
- Por el anillo: ‘…que seas santa para mí.’;
- Por la velación (tallid) y la consumación, misterio de Dios que protege el pudor.
- Por el sacramento de la redención que salva al hombre histórico; misterio de unidad que lleva Cristo a la cruz para santificar a la Iglesia-Esposa con su sangre. ‘Mujeres…; maridos amáos… como Cristo amó a la Iglesia entregándose así mismo por ella para hacerla santa e inmaculada en su presencia por el Amor.’ (Ef 5, 25-26).
- Por la procreación de los hijos, que bendecirán su Nombre;
- Por el baldaquino (chupá) que les abriga y acoge en la sinagoga, luego en el tálamo nupcial. Huerto cerrado bajo un Toldo abierto por todas partes, como la tienda de Abraham y Sara a fin de recibir ‘amigos y parientes’ con incondicional hospitalidad*. Un baldaquino, el de Bernini en la confessio y tumba de san Pedro; otro, en las Catedrales que protegen la celebración eucarística y la sede del obispo; otro, el palio del Corpus.
- Por la ketuvá, contrato firmado delante de testigos –que le da a la relación sentimental afectiva una clara significación social, jurídica y religiosa- por el que Dios se compromete a llevar adelante este diseño bajado del cielo, que sólo tiene paragón con la Alianza, gratuidad de las Promesas de Dios, don y ethos;
- *Gross, Fernando, O ciclo de Leituras da Torah na Sinagoga, Sao Paolo, 2010, p.942.
- Por la copa de vino que simboliza la felicidad – en comunión con Dios y fidelidad entre sí – de un caminar hacia la Tierra Prometida en el cielo.
- Por ser la primera escuela del amor y del perdón, el primer noviciado a la vida religiosa, el más original seminario menor, la principal célula de la sociedad, eres la Trinidad en misión, ¿cómo no ibas a ser también el objetivo de los enemigos?
- Por Abraham, Isaac, y Jacob, por Sara, Rebeca, Raquel y Lea, por José y María que nos dieron al Mesías.
¿Qué más decir de ti, Familia?
¡Sé lo que eres, Familia!