Benedicto XVI bendijo las imágenes del Niño Jesús llevadas a la plaza de San Pedro por los niños de Roma
En su saludo en español a decenas de miles de fieles que le acompañaban en el rezo del Ángelus, el Papa les invitó a dar un toque navideño a la casa: “Id preparando el Nacimiento en vuestros hogares con la expectación y ternura con la que Maria esperaba acoger la venido al mundo del Salvador”.
Tras saludar a los peregrinos de Valencia, Benedicto XVI recordó que la epístola en la misa de este domingo se leen “las palabras de Apóstol Pablo: ‘Gaudete’, estad alegres. El Señor está cerca”.
En una referencia implícita a la crisis, el Papa añadió que esa alegría “llena el corazón de quienes, aun en las dificultades, saben que Dios viene a tomarnos de su mano”.
Durante su saludo en inglés, el Santo Padre reiteró su profundo dolor por “la violencia sin sentido del pasado viernes en Newton, Connecticut”, pidió oraciones por las familias y pidió a Dios “abundantes bendiciones “sobre cada uno de los afectados.
Al final del Ángelus, el Papa bendijo las pequeñas imágenes del Niño Jesús llevadas por los niños de Roma a una plaza de San Pedro abarrotada por los chiquillos y sus familias, siguiendo una simpática tradición que se renueva cada tercer domingo de Adviento, cuando ya el árbol de Navidad se alza junto al obelisco.
Los niños guardarán las imágenes durante ocho días, pues en Italia el Niño Jesús no se pone en la cuna del Nacimiento de las casas, escuelas, parroquias y plazas hasta el día 24 de diciembre. En cada Belén quedan, entretanto, a la espera, María y Jose, los pastores, y también los animales pues, como escribió el Papa en su último libro sobre la infancia de Jesús, “ninguna representación del Nacimiento renunciará al buey y el asno”.