El Papa Francisco y Benedicto XVI vivirán este domingo la clausura de un Año de la Fe marcado por la renuncia y el Cónclave
La exhortación apostólica que el Papa publicará este domingo, «Evangelii Gaudium», significa «la alegría del Evangelio»
El Año de la Fe fue abierto el pasado 11 de octubre de 2012 por el Papa Benedicto XVI y será cerrado este domingo, coincidiendo con la festividad de Cristo Rey, por otro Pontífice, el Papa Francisco, un hecho tan «significativo e importante» como «imprevisto», según asegura el vicedecano de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra, César Izquierdo.
Izquierdo ha destacado que la exhortación apostólica que el Papa publicará este domingo, «Evangelii Gaudium», significa precisamente «la alegría del Evangelio», algo que sintoniza, según ha puntualizado, con las primeras palabras del nuevo secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Jose María Gil Tamayo: «La Iglesia no puede ser profeta de calamidades». No obstante, ha indicado que los objetivos que se plantea una institución como la Iglesia no son tan cuantificables como los que se plantea un Gobierno o una empresa, de forma que lo que se puede medir del Año de la Fe son los eventos, los acontecimientos, mientras que el efecto en la vida de los cristianos es más difícil de cifrar.
El objetivo del Año de la Fe propuesto por Benedicto XVI fue, según se lee en «Porta Fidei», «promover la alegría y el entusiasmo de la fe» y «fortalecer la fe de los cristianos». Y precisamente esa alegría y entusiasmo de la fe la muestra el Papa Francisco y ha revertido en la gente a la que Izquierdo no solo ve más alegre sino también más abierta al sacramento de la penitencia.
Entre los acontecimientos que han tenido lugar en el marco de este Año de la Fe, Izquierdo ha puesto de relieve la celebración de un Sínodo de los Obispos -que empezó unos días antes de la apertura del Año de la Fe pero continuó hasta finales de octubre-, la encíclica escrita a cuatro manos por Benedicto XVI y Francisco, «Lumen Fidei», o la Jornada Mundial de la Juventud de Brasil.
Según la Carta Apostólica «Porta Fidei», publicada un año antes del comienzo del Año de la Fe, Benedicto XVI quería que este año sirviera para interiorizar que la fe «implica un testimonio y un compromiso público» pues «creer no es un hecho privado». Además, ponía como deberes a los cristianos «redescubrir los contenidos de la fe profesada, celebrada, vivida y rezada» y aprovechar para «intensificar el testimonio de la caridad» sin el cual la fe está «muerta por dentro».
La apertura del Año de la Fe tuvo lugar el pasado 11 de octubre de 2012 coincidiendo con el 50 aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II y el 20 aniversario de la promulgación del Catecismo de la Iglesia Católica. Se inauguró con una celebración eucarística en la que participaron los padres sinodales, los presidentes de las conferencias episcopales y los padres conciliares.
El Papa Benedicto XVI subrayó durante la homilía de la ceremonia que proponía un nuevo Año de la Fe ante el aumento de «la desertificación espiritual» y la necesidad de personas de fe que indiquen el camino a la «Tierra Prometida». «Si ya en tiempos del Concilio se podía saber, por algunas trágicas páginas de la historia, lo que podía significar una vida, un mundo sin Dios, ahora lamentablemente lo vemos cada día a nuestro alrededor. Se ha difundido el vacío», remarcó.
Sin embargo, puntualizó que con el fin de que este impulso a la nueva evangelización «no se quede solamente en un ideal, ni caiga en la confusión», es necesario que «se apoye en una base concreta y precisa, que son los documentos del Concilio Vaticano II» que evitará «caer en los extremos de nostalgias anacrónicas o de huidas hacia adelante».
1 comentario
Este año de la Fe ha sido un año cargado con cariño volcandonos en la Fe. La fe es un encuentro con Jesús, que busquemos y sigamos con valentia a Jesús que es Camino, la verdad y La Vida.
La Fe es creer en lo que no sé ve. Por ejemplo: tu sabes de más que en el Sagrario esta Dios. Lo podemos tocar, podemos hablar pero no se ve; se ve con los ojos de la fe.
Se necesita ver para creer. Preparación silencio arrodillarse ante Dios.
JesuCristo se hace presente en la Institución de la Eucaristia.
Abandonemonos en Dios con humildad, podemos dar un buèn testimonio.
Que este año de fe que hemos tenido nos sirva para algo que no se quede en la NADA. aprovechemosle, y sigamos con Fe con valentia, Con Amor, fidelidad, y nos colme de bendiciones, con fuerza etc…