RECIBE A UNA DELEGACIÓN LUTERANA SUECA
El papa Francisco recibió ayer a doña Antje Jackelén, que estaba al frente de la delegación de la comunión eclesial luterana de Suecia, cuya apuesta por el liberalismo teológico ha dado como resultado la aniquilación casi total de la práctica religiosa entre los luteranos del país nórdico. El Santo Padre recordó a los luteranos que hay temas fundamentales que no pueden ser soslayados en el diálogo ecuménico.
El papa Francisco destacó «la cuestión de la dignidad de la vida humana, que siempre debe ser respetada», así como también «las temáticas sobre la familia, el matrimonio y la sexualidad que no pueden ser silenciadas o ignoradas por miedo a poner en peligro el consenso ecuménico ya alcanzado».
Aunque existe un sector minoritario de luteranos que mantienen todavía sus raíces en el protestantismo tradicional conservador, la mayor parte del luteranismo oficialista en Europa sostiene una actitud favorable a una ingeniería social que acepta, entre otras cosas, el mal llamado «matrimonio» homosexual.
El Sumo Pontífice aseguró que la llamada a la unidad en la secuela del Señor Jesucristo «implica también una fuerte exhortación al compromiso común en el plano caritativo, a favor de todos aquellos que sufren en el mundo a causa de la miseria y de la violencia, y necesitan de forma particular nuestra misericordia», especialmente el testimonio de nuestros hermanos y hermanas perseguidos nos empuja a crecer en la comunión fraterna.