El papa Francisco ha anunciado hoy, coincidiendo con el segundo aniversario de su pontificado, la celebración de un Año Santo extraordinario.
Este Jubileo de la Misericordia comenzará el próximo 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción, y quincuagésimo aniversario de la conclusión del Concilio Vaticano II y terminará el 20 de noviembre de 2016, fiesta de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo. Comenzará oficialmente con la apertura de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro.
El anuncio lo ha hecho durante la homilía de la celebración de la penitencia que ha presidido como inicio de las 24 horas para el Señor, inciativa para promover la apertura extraordinaria de las iglesias y favorecer el acercamiento de los fieles al sacramento de la Reconciliación.
Según lha informado la Oficina de Prensa de la Santa Sede la coincidencia de este Jubileo con la conclusión del Concilio Vaticano II será un impulso para que la Iglesia continúe con la obra iniciada tras este importante conciclio.
El anuncio solemne del Año Santo se llevará a cabo con a proclamación de la bula junto a la Puerta Santa el domingo de la Divina Misericordia, fiesta instituida por San Juan Pablo II, que se celebra el II domingo de Pascua.
La celebración de los Años Santos se remonta al año 1300, donde el papa Bonifacio VIII estableció la celebración de un Año Santo cada siglo, costumbre que sería modificada en 1475 estableciendo la celebración cada 25 años. Los Jubileos extraordinarios, como este anunciado por el papa Francisco, son proclamados, en cambio, con ocasión de un acontecimiento de singular importancia.
El rito de apertura de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro da comienzo oficialmente al Jubileo simbolizando la apertura de una «vía extraordinaria» hacia la salvación para todos los fieles. Posteriormente se lleva a cabo la apertura de las puertas santas de la otra tres basílicas mayores de Roma: San Juan de Letrán, San Pablo Extramuros y Santa María la Mayor.
La misericordia es un tema muy querido por el papa Francisco desde el inicio de su pontificado y con él pretende centrar la atención en el Dios misericordioso que invita a todos a volverse hacia Él.