LA DEIFICACIÓN DE LA TIERRA Y LA SUSTENTABILIDAD ECOLÓGICA
El Padre Schooyans culpa a la falsa idea de derechos humanos que tiene la ONU a la determinación de éste organismo mundial a “deificar la Tierra y desacralizar al hombre”.
La Carta de la Tierra de 1992, según el autor, refleja un cientificismo evolutivo que acepta al hombre como un producto de la evolución e ignora su capacidad de preguntarse e indagar sus significados. Incluyendo los de su propia existencia: Vida, muerte y necesidad de libertad.
Contrariamente la Carta subordina al hombre a una “ecología imperativa”, que excluye toda discusión del por qué las cosas existen, por tanto, cierra el debate a favor de una evolución puramente materialista.
Todo esto está en manos del Consejo de la Tierra y de la Cruz Verde, dos organizaciones no gubernamentales.
Su éxito, Fr. Schooyans señala “se dirige a dejar sin efecto la concepción realista de los derechos del hombre”.
LA BÚSQUEDA DEL ABSOLUTISMO
El siguiente paso hacia un absolutismo que terminará con todo el reconocimiento del individualismo es la propuesta de los burócratas de la ONU de “Instrumentos jurídicos adecuados que eviten el control nacional”.
Uno de éstos “instrumentos jurídicos” previsto por el autor ya existe – la Corte Penal Internacional (CPI).
El Padre Schooyans advierte que bajo la presión de las feministas y / o homosexuales radicales la competencia de este tribunal podría extenderse a ‘delitos’ concernientes a los llamados “nuevos derechos del hombre ‘obtenido por medio de “consensos”.
Es fácil ver que la Iglesia Católica o sus obispos podrían ser arrastrados ante este tribunal y condenados por negarse a “ordenar” a las mujeres o por continuar enseñando la inmoralidad de lo que significan las prácticas homosexuales.
El Padre Schooyans prevé ya, el sometimiento a los opositores del aborto, la homosexualidad y la eutanasia a un posible juicio ante jueces de este tribunal.
Señala además una resolución de 26 de noviembre de 2000 de la Comisión de la ONU de los Derechos del Hombre para crear el cargo de Representante Especial del Secretario General de la ONU “quien es el encargado de la protección de los defensores de los derechos del hombre”.
En una Declaración sobre los Defensores de los Derechos del Hombre (difundida en marzo, 2000) dice que
“los nuevos derechos del hombre deben ser promovidos activamente y rápidamente para formar parte de la legislación nacional”.
El autor dice que esto está dirigido en primer lugar a resguardar a los defensores más radicales de los nuevos derechos del hombre de toda la oposición y ataque.
El autor señala que no hay duda que las acusaciones en estas materias corresponderán a la Corte Penal Internacional si no se resuelven de forma adecuada con las naciones.
“La asociación NAMBLA (una asociación que promueve la pedofilia) ya ha hecho saber que espera aprovechar la protección conferida por la Declaración (sobre los Defensores de los Derechos del Hombre) para protegerse contra los que se oponen a la pedofilia”.
UNA FUERTE PRESIÓN PARA QUE SE ADOPTEN LOS NUEVOS DERECHOS
El Padre Schooyans acusa a los funcionarios de la ONU de presionar para que los “nuevos derechos del hombre” sean adoptados, incluidos los que el autor ve como una reorganización de derecho sexual destacando que:
- “Las diferencias de roles entre hombres y mujeres en la sociedad no son naturales sino culturales”
- “Todo el mundo es libre de elegir su sexo o cambiarlo; las uniones homosexuales tienen el “derecho” a la adopción Y las “familias monoparentales, uniones del mismo sexo, como modelos familiares”;
- “Legalizar y dar fácil acceso a la anticoncepción en todas sus formas y al aborto”;
- “La educación sexual obligatoria sexual para adolescentes… La libertad sexual para los adolescentes sin el control de los padres…”
LA CREACIÓN DE UNA NUEVA RELIGIÓN DE CONSENSO
El Padre Schooyans identifica el deseo de la ONU de “hacer el paso por la puerta reservada para la conciencia.”
Esto fue revelado, dice el autor, en la reunión de los 1000 líderes mundiales religiosos por la paz, que son parte de la cumbre del Pacto Mundial de Nueva York en julio de 2000.
El propósito específico de “Unirse a la Iniciativa Religiosa” es la creación de una religión mundial para obtener una “nueva ética planetaria”.
Todos los proselitismos (esfuerzos de conversión) de cada religión de forma individual estarían prohibidos. Los “Círculos de la cooperación” podrían difundir que adoptemos una nueva religión panteísta.
La reunión de estos líderes religiosos terminó, en palabras del P. Schooyans “con un elogio de la tolerancia, el agnosticismo, y el relativismo radical mal entendido.”
Comprensiblemente, el Cardenal Francis Arinze, presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, no pudo firmar esa iniciativa.
Continuara