«He venido a arrojar un fuego sobre la tierra y ¡cuánto desearía que ya estuviera encendido!. Con un bautismo tengo que ser bautizado y ¡qué angustiado estoy hasta que se cumpla!. ¿Creéis que estoy aquí para dar paz a la tierra? No, os lo aseguro, sino división. Porque desde ahora habrá cinco en una casa y estarán divididos; tres contra dos, y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre; la madre contra la hija y la hija contra la madre; la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.» (Lucas 12, 49-53)
El lenguaje del amor como cualquier idioma tiene un vocabulario y unas expresiones que hay que conocer. Nuestro propio idioma ha necesitado de un tiempo de aprendizaje en nuestras vidas hasta convertirse en nuestra forma de expresión. Hemos pasado de la inconsciencia de sentirnos cuidados, alimentados y protegidos para tras poco a poco ir dándonos cuenta de quién y de que manera hemos sido ayudados a crecer y a formarnos como personas. Hemos aprendido un lenguaje para comunicarnos y aunque tantas veces hemos sido ingratos con quienes nos lo han enseñado, al cabo del tiempo sin darnos cuenta este lenguaje se ha convertido en nuestro medio esencial de comunicación.
El lenguaje del amor auténtico, que los que lo hemos experimentado sabemos reconocer, tiene también un periodo de aprendizaje duro. ¿Cómo entender que el autor del amor viene a traer división? ¿Cómo entender las duras palabras de Jesús?… “Pues yo os digo: no resistáis al mal; antes bien, al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra” Mt 5,39 ¿Es acaso justo bajo el prisma humano?. O aquellas otras palabras que nos enseña nuestro Maestro… “…pues yo os digo: amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan, Mt 5,44 ¿Todos entienden este lenguaje?. No. No todos pueden entender este lenguaje como no todos en nuestro mundo hablamos el mismo idioma y por ello en nuestro mundo surge continuamente la división por ser de distinta raza, nación, ideología…etc
El lenguaje del amor es otra cosa pero que sin duda alguna nos dividirá y nos separará como separó y dividió a los que escuchaban las palabras de Jesús en su tiempo que les decía ¡Pero dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen! Pues os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que vosotros veis, pero no lo vieron, y oír lo que vosotros oís, pero no lo oyeron. Mt 13 16-17 . No es propiedad de todos la fé. La fé que es la llave del lenguaje del amor ha sido depositada en la Iglesia que nos la da y nos la entrega poco a poco como hace una madre enseñándole el lenguaje a su hijo y no solo con palabras si no con los hechos, con la entrega y la donación. Es Jesús mismo el “Amor” que se nos da. Estemos contentos este dia los que podemos reconocer el lenguaje de su amor..