En aquel tiempo, entre la admiración general por lo que hacía, Jesús dijo a sus discípulos:
-«Meteos bien en los oídos estas palabras: el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres».
Pero ellos no entendían este lenguaje; les resultaba tan oscuro que no captaban el sentido.
Y les daba miedo preguntarle sobre el asunto. Lucas (9, 43b-45)