El cardenal Müller, prefecto emérito de la Congregación para la Doctrina de la Fe, está de gira por España.
En el día de ayer, el purpurado alemán participó en una conferencia organizada por el Instituto “Karol Wojtyla – S. Juan Pablo II”. Al acto, que tuvo lugar en el Real Casino de Madrid, acudió el cardenal y arzobispo emérito de Madrid, Rouco Varela y también el obispo auxiliar, Juan Antonio Martínez Camino.
La conferencia del cardenal Müller tuvo como propósito conmemorar el 40º aniversario de la primera visita de san Juan Pablo II a España. El purpurado alemán comenzó su intervención agradeciendo la oportunidad de poder «volver a hablar en la lengua de Cervantes».
El papel de España y su contribución a la defensa de la fe católica
Müller demostró ser un gran conocedor de la historia española y destacó la gran aportación hispana al mundo. En concreto, hizo mención al descubrimiento de Colón como «punto de partida de la aportación española a Hispanoamérica». Sobre este episodio, el cardenal hizo hincapié en la aportación de los misioneros españoles que difundieron la fe, lengua y cultura española.
El cardenal Müller también hizo mención al viaje evangelizador del apóstol Santiago a España. Gracias a ello, España pasó a ser un lugar central dentro de la cultura cristiana que logró acabar con herejías como el arrianismo. Además, también destacó que «la fe católica recuperó la unidad de España con la reconquista de Granada en 1492».
El prefecto emérito de la Congregación para la Doctrina de la Fe, puso en valor la importancia que tuvo en su momento la Universidad de Salamanca y la contribución de la Compañía de Jesús a la fe católica en tiempos de reforma y de protestantismo en toda Europa.
En referencia al Siglo de Oro español, Müller mencionó a Juan de Austria «por salvar a occidente de la islamización gracias a la batalla de Lepanto». El cardenal alemán también aseguró que con la llegada de la «invasión francesa» llegaron a España ideas de la ilustración que fueron causa de una atroz división en todas las civilizaciones occidentales.
Crítica al transhumanismo y el posthumanismo
El purpurado alemán destacó la importancia de España a la hora de defender la divinidad de Cristo frente a las herejías de los primeros siglos y reclamó que España debe «volver a ser un lugar donde luchar contra el ateísmo del transhumanismo y el posthumanismo».
La segunda parte del discurso del cardenal, estuvo más enfocado en denunciar las corrientes filosóficas y políticas que tratan de acabar con el cristianismo como el Nuevo Orden Mundial, el Gran Reinicio o el Foro Económico Mundial.
Müller alertó del grave peligro que supone el «nihilismo antropológico» como gran ideología promotora de la descristianización, al mismo tiempo que condenó el culto a nuevas prácticas como la pachamana.
El cardenal alemán denunció el binomio «voluntad y poder» que encarnan gobiernos como en «Pekín, Moscú, Bruselas y Washington». Además, se posicionó en contra de las leyes de memoria histórica que pretenden reescribir la historia, el aborto, la eutanasia y de la relativización del matrimonio hombre-mujer. «No es posible la reasignación del género», agregó el purpurado.
Para acabar su discurso, el cardenal alemán quiso lanzar un mensaje de esperanza y aliento pidiendo al apóstol Santiago que «os ilumine y os ayude y la fe prevalezca en vuestra Patria».
Durante el turno de preguntas, Gerhard Müller apostilló que para llevar a cabo la «nueva evangelización» hay que basarlo en «el encuentro personal con Jesucristo» y que Cristo ha de ser nuestro modelo frente a «Xi Jinpin, Biden o Pedro Sánchez».
En referencia al Papa, añadió que «es el sucesor de Pedro» y esa ha de ser «su esencia y unir a todos los fieles en la fe y en Jesucristo». Müller dijo que cuestiones como «el clima y la inmigración son parte de la Doctrina Social de la Iglesia, pero lo importante es la fe y la primacía de Cristo».
Además, sobre el papa emérito Benedicto XVI, dijo que se encentra muy bien de cabeza, memoria y pensamiento y está al tanto de todo lo que acontece y pasa en la Iglesia. Por último, el cardenal alemán denunció que cualquier tipo de confusión que exista dentro de la Iglesia «no viene de Dios». «Todas las herejías son confusiones», concluyó el cardenal.