Tras su viaje a Sarajevo, en el que el Santo Padre no quiso visitar el santuario de Medjugorje, Francisco ha hablado hoy en su homilía de aquellos que buscan a Dios “con esas espiritualidades cristianas un poco etéreas” y que “siempre necesitan novedades en la identidad cristiana y olvidan que han sido elegidos, ungidos”.
“¿Dónde están los videntes, qué nos dice hoy la carta que la Virgen os enviará a las cuatro de la tarde? – Por ejemplo ¿no? Y viven de esto. Ésta no es identidad cristiana“, ha sido la referencia del Santo Padre a las apariciones de Medjugorje.
Tras recordar que ‘la cruz es un escándalo’ y que hay algunos que buscan a Dios ‘con esas espiritualidades cristianas un poco etéreas’, el Santo Padre advirtió que ‘hay algunos que siempre necesitan novedades en la identidad cristiana y olvidan que han sido elegidos, ungidos’, que ‘tienen la garantía del Espíritu’ y que buscan: ¿dónde están los videntes, qué nos dice hoy la carta que la Viren os enviará a las cuatro de la tarde? – Por ejemplo ¿no? Y viven de esto. Ésta no es identidad cristiana. La última palabra de Dios se llama ‘Jesús’ y nada más’. Otro camino para que retroceda la identidad cristiana es la mundanidad:
«Ampliar tanto la conciencia para que entre todo. ‘Sí, somos cristianos, pero esto sí…’ No sólo moralmente, sino también humanamente. La mundanidad es humana. Y así la sal pierde su sabor. Y vemos a comunidades cristianas, también a cristianos, que dicen que son cristianos, pero no pueden y no saben dar testimonio de Jesucristo. Y así la identidad retrocede, retrocede y se pierde. Y este nominalismo mundano lo vemos todos los días. En la historia de salvación de Dios, con su paciencia de Padre, nos ha llevado de la ambigüedad a la certeza, a lo concreto de la encarnación y la muerte redentora de su Hijo. ¡Ésta es nuestra identidad!»
San Pablo – concluyó el Obispo de Roma – se vanagloria de Jesús hecho hombre y muerto por obediencia, ésta es la identidad y allí está el testimonio. Es una gracia que debemos pedir al Señor: que siempre nos dé este regalo, este don de una identidad que no intenta adaptarse a las cosas, hasta perder su sabor de sal.
En el avión que le traía de vuelta de Sarajevo, Francisco aseguró a los periodistas que aún no había tomado ninguna decisión respecto al fenómeno de las apariciones marianas en Medjugorje, a pesar de haber recibido el informe de la comisión internacional creada por Benedicto XVI hace más de un año.
Sin embargo, Francisco nunca ha dudado en dejar claro su reticencia a reconocer la autenticidad de las apariciones de la Virgen a los videntes de Medjugorje. En otra homilía en Santa Marta, el Santo Padre declaró que “la Virgen es Madre pero no es una oficina de Correos que envía mensajes todos los días“.