Este domingo la Iglesia celebra con gran alegría el domingo de la Divina misericordia, una devoción especial que se comenzó a esparcir por el mundo entero a partir del diario de una joven monja en 1930.
El mensaje y la devoción a Jesús como la Divina Misericordia está basada en los escritos de la Santa María Faustina Kowalska, una monja polaca que, en obediencia a su director espiritual, escribió un diario de alrededor de 600 páginas que relatan las revelaciones que ella recibió sobre la Misericordia del mismo Jesús.
Después de un período de cuestionamiento oficial, esta devoción recibió un gran impulso durante el pontificado de Juan Pablo II, quien proclamó la fiesta de la Divina Misericordia, tras la canonización el 30 de Abril del año 2000 de santa Faustina. Para los católicos puede ser un buen momento para empaparse de la Misericordia de Dios y empezar a “misericordiar” con los demás, como dice el Papa Francisco. No es casualidad que el Papa Benedicto XVI haya elegido esta misma fecha para canonizar al Papa polaco, devoto de la Divina Misericordia, junto con Juan XXIII.
Pero, ¿Por qué Jesús habla sobre su amor y misericordia? ¿No queda claro ya en los Evangelios cómo es el corazón de Dios? Pocos años antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, Jesús, quiso recordar a los hombres la inmensidad de su amor y de su perdón. Quiso que los hombres recordaran un mensaje que no es nada nuevo, y quizás por ello, algunos habían olvidado; que Dios nos ama infinitamente a todos y cada uno de nosotros y quiere que seamos felices. No importa el número o lo grandes que sean nuestras faltas. Él quiere que reconozcamos que Su Misericordia es más grande que nuestros pecados, para que nos acerquemos a Él con confianza, para que recibamos su Misericordia y la dejemos derramar sobre otros.
Nos recuerda lo que la Iglesia siempre ha enseñado por medio de las Sagradas Escrituras y la tradición: que Dios es misericordioso y que perdona y que nosotros también debemos ser misericordiosos y debemos perdonar. Pero en la devoción a la Divina Misericordia se busca un entendimiento más profundo sobre el Amor ilimitado de Dios y la disponibilidad de este Amor a todos – especialmente a los más pecadores.
Pedir, ser y confiar; Pedir a Dios su Misericordia; Ser misericordiosos mediante obras con el más pequeño de nuestros hermanos; Confiar ante todo en Él que es el que hace todo posible. Esta es, en resumen, la idea que busca transmitir.
Para los más curiosos sobre el tema, si quieren seguir buscando y encontrando, les podemos decir que esta devoción está integrada por el mensaje de la divina misericordia, la coronilla de la Divina Misericordia, la imagen de la Divina Misericordia, la Fiesta y hora de la misericordia (las tres de la tarde).