El arzobispado de Granada ha desmentido que monseñor Javier Martínez haya estado la pasada semana en Roma «para rendir cuentas de su ministerio episcopal», contradiciendo así informaciones periodísticas que señalaron que el prelado había sido requerido por la Congregación para la Doctrina de la Fe, supuestamente disconforme con la gestión de un caso de abusos sexuales que investiga la justicia, y en el que hay un grupo de sacerdotes implicados.
Al día siguiente, miércoles, era el Comité Técnico del Consejo de Asuntos Económicos de la Archidiócesis de Granada el que salía al paso de nuevas informaciones periodísticas que denunciaban irregularidades en la gestión económica de la diócesis.
La nota aclaraba que «es totalmente falso que el arzobispo haya solicitado o dispuesto, a título personal, de ninguna cantidad extraordinaria de dinero que exceda de la establecida en las partidas presupuestarias correspondientes», y afirmaba que «se viene realizando un continuo esfuerzo de austeridad, lo que ha permitido la reducción del déficit corriente que la Diócesis venía arrastrando históricamente».
En cuanto a las inversiones de mayor calado realizadas en los últimos años, «como la relativa a la construcción del nuevo inmueble en el que está instalado, entre otras realidades educativas, el Centro de Magisterio La Inmaculada, tienen una evidente justificación social y pastoral, y vienen sufragándose de forma ordinaria sin carga para la Archidiócesis».